Alimentos “Aptos” Para Personas con Diabetes: Todo lo que Tienes que Saber


 2022-06-08

Vivir con diabetes y adentrarse en los pasillos del supermercado puede ser una de las actividades más retadoras para quienes viven con diabetes. Escoger entre aquellos alimentos que lanzan etiquetas sugerentes “para diabéticos” puede ser causa de mucha confusión. 

¿Estos alimentos puedo consumirlos diariamente? ¿Son buenos? ¿Son malos?. Sabrina Sosa, nutrióloga educadora en diabetes y que además vive con diabetes tipo 1 nos ayuda resolver todas estas dudas, no te pierdas de esta increíble entrevista.

Conoce a Sabrina Sosa

Sabrina vive con diabetes tipo 1 desde el 2005, cuando tenía 8 años. Estudió nutrición con orientación clínica en la Universidad Anáhuac México Norte y se convirtió en educadora en diabetes gracias a la Federación Mexicana de Diabetes, A.C con quienes sigue contribuyendo como vocera y escritora ocasional para la revista “Diabetes Hoy”. Es co-autora de Dos de Azúcar Podcast y apasionada por la educación en diabetes en todas las edades.

 

BT1: ¿Alimentos “light” o “sin azúcar”? Son mejores unos que otros ¿Cuál es la diferencia?

Sabrina Sosa: Cuando hablamos de un alimento “light” significa que ese producto contiene una menor cantidad de algún nutriente que puede ser dañino para el cuerpo al comerse en exceso, por ejemplo: azúcar, grasa saturada o grasa en general, sodio, etc. 

Aquellos que dicen “sin azúcar” o “sin azúcares añadidos” se refieren específicamente a que no se añadieron azúcares durante su elaboración. ¡Ojo! Ese alimento puede tener azúcar de manera natural.

Es importante tomar en cuenta que casi siempre cuando un producto industrializado tiene menos de algún ingrediente, es muy probable que le hayan tenido que aumentar el contenido de otro para compensar el sabor y/o textura. Un ejemplo muy común es: menos azúcar, más grasa y viceversa.

No hay uno mejor que otro, al final dependerá de lo que estés buscando al ir al supermercado.

¿Son mejores estos alimentos que los que no tienen estos tipos de etiquetas?

Todo dependerá de cuál es tu propósito, de si el producto cumple con lo que dice y de si el ingrediente con el que está supliendo al otro es bueno para nuestro cuerpo o no.

La publicidad a veces puede ser engañosa y vendernos productos que no son tan buenos o fabulosos como dicen. Al final mi recomendación siempre será buscar lo más natural y, entre más cosas puedas cocinar en casa, será mejor para tu cuerpo.

¿Son buenas opciones para personas con diabetes?

La respuesta para esta pregunta sería la misma que para la anterior. Al final una persona con diabetes debe llevar una alimentación como todos en realidad deberían: simplemente saludable. Conforme un producto tenga menos químicos, palabras raras que desconocemos y nutrientes dañinos en cantidad excesiva (como sodio o azúcares), más agradecido estará nuestro cuerpo con nosotros.

Hemos visto que algunos de estos alimentos también indican que no son aptos para niños ¿es correcto? ¿Qué efecto adverso pueden tener? ¿Los niños con DT1 pueden consumirlos?

Por ley, aquellos alimentos que tienen cafeína y edulcorantes no calóricos deben declararlo en el frente del producto y prevenir a los niños de usarlo. La cafeína definitivamente no se recomienda en ellos, además de afectar su crecimiento, no queremos más niños corriendo por todos lados sin dejar dormir a sus padres. En cuanto a los edulcorantes no calóricos, hay muchos estudios que demuestran que no son dañinos ni a corto ni a largo plazo a menos de que se cuente con alguna alergia específica a sus componentes químicos, o claro, que se consuman en exceso. Se declara esta advertencia en los productos para proteger a la empresa en caso de que alguien consuma en exceso estos edulcorantes. 

Consideren que cada vez es más común que se agreguen estos edulcorantes a los productos industrializados, por lo que mi recomendación es que en casa no se vuelvan “algo del diario” y acostumbremos a nuestro paladar a los sabores naturales. ¡Ojo! Siempre hay que buscar el balance, un vaso de agua de jamaica con eritritol no nos va a hacer ningún daño.

¿Qué es lo primero que debo de observar en las etiquetas de estos alimentos “aptos”?

Si realmente están cumpliendo de manera significativa con lo que están tratando de vender. Por ejemplo, un producto puede decirse “light” porque contiene menos grasa en comparación al original. Pregúntense: ¿Cuánto es menos? ¿Trae menos de la mitad? ¿Le quitaron 1 gramo de grasa? Esto podrán hacerlo comparando las etiquetas nutricionales del producto original y aquél “light” o “apto”.

Incluso vale la pena cuestionarse, ¿Qué es “apto” para mí y qué consideran ellos como “apto”? Podrían tener respuestas distintas.

¿Hay efectos secundarios con estos alimentos? ¿Puedo consumirlos diariamente?

Todo en exceso nos hace mal. Si estamos hablando de un alimento que sabemos no es saludable y lo modificaron para “hacerlo menos malo”, no significa que se haya vuelto bueno para nuestro cuerpo. 

Si en la lista de ingredientes encontramos grasas trans, químicos raros, jarabe de maíz de alta fructosa, aceite de palma o palmítico, glutamato monosódico, colorantes y saborizantes artificiales, exceso de sodio, grasas saturadas y/o azúcares añadidos, hablamos de alimentos a evitar o consumir de manera muy ocasional.

Algunos efectos secundarios son querer comer más de ese alimento (glutamato monosódico)  o incluso alergias (algunos colorantes) y, principalmente a largo plazo, aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como cáncer, obesidad, diabetes, hipertensión arterial, etc.

Básicos para elegir estos alimentos “aptos”

  1. “Si un producto se ve demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea”.
  2. Nos podemos guiar por los sellos nutrimentales (los hexágonos negros al frente del empaque en el caso de México), entre más sellos tenga nos hace dudar que sea bueno para nosotros. Toma en cuenta que los sellos se colocan cuando hay un exceso del nutriente correspondiente, por comer 100 g o 100 ml del alimento. Si comerás una menor cantidad, probablemente entonces no sea un exceso.
  3. Revisa cuántos carbohidratos hay por porción en el producto, y de esos, cuántos son azúcares añadidos. Siempre hay que buscar aquellos que durante su elaboración agregaron la menor cantidad de azúcar.
  4. Busca alimentos con 5g o más de fibra por porción, ¡tu pancita lo agradecerá!
  5. ¡Revisa los ingredientes y usa la lógica! Por ley, están acomodados de mayor a menor cantidad que contiene el producto. Si dentro de los 3 primeros viene azúcar o algún sinónimo raro de este, no es recomendable. Usa tu sentido común, si el producto es “una barrita de fresa”, en los ingredientes esperas que contenga fresa y no “colorante y saborizante de fresa”. Si el alimentos es una barra de chocolate, esperarías que tenga “cocoa” o “cacao” entre los primeros ingredientes y no “azúcares y grasa vegetal” al inicio y la “cocoa” hasta el final.
  6. Ante cualquier duda, siempre será mejor hablarlo con tu nutriólogo o nutrióloga antes de comprar el producto, no importa qué tanto esté de moda.

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Dos De Azúcar Podcast.

ESCRITO POR Karime Moncada, PUBLICADO 06/08/22, UPDATED 06/08/22

Karime vive con diabetes tipo 1 desde 2010. Es licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas y mamá de un maravilloso ser humano y de dos hijas perrunas. Es creadora del blog, el podcast y la comunidad virtual Sin dos de Azúcar. Su diabetes la ha llevado a informarse y reconocerse. Cree firmemente en que las experiencias de las personas nos nutren y enriquecen, es por eso que comenzó a escribir su historia.