El impacto de Covid-19 en la población afroamericana


 2020-04-17

¿Crees que el coronavirus es el “gran ecualizador”? Pues no es así. Hay nuevos datos sobre las muertes por coronavirus que muestran que la pandemia está afectando a las comunidades de color, específicamente a los afroamericanos, a tasas desproporcionadas. Los afroamericanos y otras minorías tienen más probabilidades de tener afecciones subyacentes como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardíacas y el asma, que contribuyen a la tasa de mortalidad del COVID-19. Estas afecciones subyacentes provienen de desigualdades en la salud que van desde la accesibilidad a los alimentos hasta las barreras para la atención médica.

En comparación con los blancos no hispanos, los negros y afroamericanos tienen un 60 % más de probabilidades de tener diabetes según la Oficina de Salud de las Minorías. Sin embargo, esto no significa que las minorías sean más susceptibles a ser infectadas por COVID-19 sino que, cuando se infectan, tienen más probabilidades de morir. 

“No es que se infecten con más frecuencia. Lo que sucede es que cuando se infectan, sus afecciones médicas subyacentes hacen que terminen en la UCI y finalmente les dan una tasa de mortalidad más alta. Realmente necesitamos abordar las disparidades de salud que existen en los Estados Unidos”, dijo el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID por sus siglas en inglés) y experto líder en la pandemia de coronavirus, en una reunión informativa en la Casa Blanca el martes. 

Los datos recientes informados por las ciudades y los estados resaltan lo precaria que la situación de pandemia se ha tornado para los afroamericanos. En Michigan, los afroamericanos representan el 35 % de los casos de COVID-19 y el 41 % de las muertes, aunque constituyen el 14 % de la población de Michigan. Específicamente, Detroit, una ciudad con residentes predominantemente negros, es un punto caliente para casos de coronavirus. En Chicago, el 72 % de las muertes vinculadas con COVID-19 eran negros, que representan únicamente el 29 % de la población de la ciudad. La tendencia en Louisiana ha sido casi idéntica a la de Chicago.

Monica Peek, MD, MPH, MS, profesora asociada y directora asociada, Chicago Center for Diabetes Translational Research en el Centro Médico de la Universidad de Chicago, sugiere que los datos incompletos dificultan la capacidad para comprender en su totalidad el impacto del coronavirus en las comunidades minoritarias. No obstante, sostiene que basarse en datos de epidemias pasadas puede ayudar a los líderes a comprender la forma en que afectan a estas comunidades.

“Dado que no estamos recolectando datos REALES (raza, etnia e idioma) en forma sistemática a nivel nacional, no contamos con una idea acabada sobre cuáles comunidades están sufriendo más, y esto sucede en perjuicio nuestro. Sin estos datos críticos, no podemos abordar la pandemia empleando un enfoque de salud pública debidamente informado, especialmente en el caso de comunidades marginalizadas. Todo lo que podemos hacer es actuar en base a la limitada información con la que contamos, y datos históricos sobre la forma en que pandemias anteriores han afectado en forma desproporcionada a distintas comunidades”, agrega Peek.

La evidencia muestra que los afroamericanos también están teniendo más dificultades para hacerse la prueba del coronavirus. A principios de abril, la Universidad de Syracuse informó que, si bien las pruebas de COVID-19 son demasiado bajas en los Estados Unidos en general, las tasas de prueba son más bajas en los estados con un mayor porcentaje de población negra y tasas de pobreza. 

El coronavirus expone aún más las disparidades económicas y de salud que han existido por mucho tiempo  

La prevalencia de afecciones de salud crónicas en minorías como la diabetes, se puede atribuir a las barreras existentes desde hace mucho tiempo para la calidad de vida como los alimentos, la atención médica y los ingresos sostenibles. Los desiertos alimentarios, áreas donde no hay acceso a alimentos o alimentos saludables de calidad, son más abundantes en los barrios minoritarios. Es más probable que los afroamericanos no tengan seguro, dependan de un seguro gubernamental y que tengan un seguro privado en comparación con sus contrapartes blancas Según la Oficina de Salud de las Minorías. También son más propensos a tener un ingreso medio más bajo. Datos recientes también muestran que la ola de millones de pérdidas de empleos está afectando desproporcionadamente a las minorías.

“Me molesta escuchar que los afroamericanos se ven desproporcionadamente afectados por el COVID-19”, dijo Mila Clarke Buckley, miembro del Consejo de Liderazgo de Beyond Type 2 y propietaria del sitio web con sede en Houston Hangry Woman, que vive con diabetes Tipo 2 desde 2016. “Tenemos que reconocer los factores sistémicos que juegan un papel en esto. Aunque tengo privilegios y recursos, no me siento segura. Me ha destacado la importancia de practicar el distanciamiento social, de permanecer en casa lo más posible. No quiero estar en una posición en la que no pueda recibir la atención que necesito si tuviera el virus”. 

Las recomendaciones actuales de la CDC para disminuir los riesgos de contraer coronavirus son quedarse en casa y practicar el distanciamiento social. Sin embargo, no todos tienen el privilegio de cumplir con esas pautas. Un informe del Instituto de Política Económica basado en datos laborales federales muestra que los trabajadores afroamericanos e hispanos tienen menos probabilidades de poder trabajar desde casa. 

“Tomar el transporte público para llegar a los trabajos como trabajadores esenciales porque no pueden permitirse no trabajar, vivir en desiertos alimentarios y tener que viajar para comprar comestibles, y otros problemas que se han informado”, dijo el Dr. Fauci en su conferencia de prensa.

Constance Brown-Riggs, MsEd, Dietista Registrada, Especialista en Cuidado y Educación de la Diabetes, Nutricionista y Dietista Certificada, habla sobre otra capa del impacto de la crisis de salud pública en las minorías: la falta de confianza en el sistema de salud en sí. 

“Hay muchos factores que contribuyen a las disparidades de salud en las personas de color. Un factor es la desconfianza en la comunidad médica. Además, numerosos estudios muestran que la disparidad del proveedor de atención médica también contribuye a las disparidades en la atención médica”, dijo Constance. Un artículo del New York Times publicado en enero resumió las generaciones de racismo institucional y discriminación hacia los afroamericanos. 

“Una de las explicaciones más preocupantes de la desconfianza es el experimento Tuskegee, en el que hombres negros pobres fueron infectados con sífilis sin saberlo y se les permitió vivir con la infección mortal para que los médicos pudieran rastrear la historia de vida de la enfermedad. Los afroamericanos que conocen el estudio informan una mayor desconfianza hacia la medicina y la investigación”, dijo Constance. 

Phyllisa Deroze, la activista global de Black Diabetic Info, y miembro del Consejo de Liderazgo de  Beyond Type 2, también expresa un sentimiento similar sobre la disparidad dentro del sistema de salud. 

“No me sorprende que los afroamericanos se vean más afectados”, dijo Phyllisa, que vive con diabetes LADA. “Hace mucho tiempo dije que puede ser que el coronavirus no discrimine, pero el sistema de salud estadounidense tiene una larga historia de disparidad. Solo mira la tasa de mortalidad materna: las mujeres afroamericanas tienen de 3 a 4 veces más probabilidades de morir que las mujeres blancas [en el parto]”.

Los afroamericanos y otras minorías también informaron haber experimentado discriminación racial en las citas médicas. Entre los profesionales que trabajan con minorías con diabetes, Constance dice que la falta de diversidad también es un factor. 

“Los estudios muestran que la mayoría de los proveedores de atención médica tienen una disparidad implícita en lo que respecta a actitudes positivas hacia los blancos y actitudes negativas hacia las personas de color”, dice Constance. “Esta disparidad es particularmente preocupante cuando la mayoría de las personas con diabetes Tipo 2 son afroamericanas o hispanoamericanas y la mayoría de los especialistas en educación y atención de la diabetes y profesionales de la nutrición son blancos”.

Seguir adelante a pesar de las barreras sistémicas

Aún así, los afroamericanos y otras minorías con diabetes están tomando medidas para reducir los riesgos de contraer el nuevo coronavirus. Paul Ellis, una persona con diabetes tipo 2 que vive en Cerritos, California, dice que a pesar de los problemas dentro del sistema de salud, hará lo que sea necesario para disminuir sus posibilidades de contraerla. “Trato de no dejar que [las disparidades de salud] me afecten”, dijo Paul. “Estoy decidido a manejar la enfermedad lo mejor que pueda y he progresado mucho desde que me diagnosticaron. Perdí mucho peso, y entre ejercicio, dieta y medicamentos, estoy bastante bien. Incluso hice una maratón virtual de 5k por primera vez hace un par de fines de semana y, aunque era tan lento como la melaza, lo hice para demostrarme que no me daré por vencido”.

Phyllisa no se arriesga con el COVID-19 y está tomando en serio las pautas. Sin embargo, el estrés y la ansiedad del COVID-19 han afectado sus niveles de glucosa. 

“Me quedo en casa y solo salgo a caminar una hora por la mañana”, dijo Phyllisa. “Después de ir al supermercado hace una semana, decidí que no quería estar cerca de mucha gente. Comencé a ver un aumento [en mi nivel de azúcar en la sangre] la segunda semana de cuarentena. La falta de mi rutina de ejercicio habitual y la abundancia de alimentos en la casa contribuyen. Sé que esto se debe en parte al estrés ambiental, pero es mucho con lo que debemos lidiar de una sola vez”. 

Afortunadamente, el impulso a la telesalud puede generar beneficios para quienes necesitan buscar atención médica sin salir de sus casas. Constance sugiere preguntarle a los profesionales de la salud sobre la telesalud. 

“Durante esta pandemia de COVID-19, es extremadamente importante que los afroamericanos y otras minorías con diabetes se mantengan en contacto con su equipo de tratamiento de diabetes. En virtud de la Ley de Asignaciones Suplementarias de Preparación y Respuesta del Coronavirus recientemente promulgada, a los médicos, las enfermeras practicantes, los asistentes médicos, las enfermeras parteras, los especialistas en enfermería clínica y los dietistas registrados o profesionales de la nutrición se les permite proporcionar servicios de telesalud”, dijo Costance.

También enfatiza que es importante continuar con comportamientos regulares de autocuidado, como comer sano, estar activo y dormir regularmente. Para las personas con inseguridad alimentaria, consulta los programas locales de asistencia alimentaria y los bancos. Constance advierte contra estafas y desinformación de personas que buscan capitalizar con los más vulnerables al COVID-19. 

Se están tomando otras medidas para abordar este problema desde un nivel institucional. La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, dijo en una conferencia de prensa que se lanzará una campaña urgente de educación y divulgación de salud pública en los vecindarios minoritarios más afectados por el coronavirus. 

A principios de abril, California publicó datos parciales basados ​​en la raza que no mostraron un impacto desproporcionado del COVID-19 en las minorías raciales, pero la conclusión es que necesitamos más datos. “Según el 37 % de los datos que contiene, no vemos [disparidades raciales y étnicas]”, dijo el gobernador de California Gavin Newsom. “Pero les advierto, los datos son limitados… nada es más frustrante que las disparidades que se manifiestan en relación con la salud pública. Esos problemas precedieron a esta crisis y persisten en esta crisis”.

A nivel de la comunidad, Peek dice que asociarse con organizaciones de la comunidad puede ayudar a las personas a cumplir con los lineamientos sobre limitar las salidas fuera de casa.

“Necesitamos respuestas que se encuentran dentro del marco de salud de la comunidad, incluidas las asociaciones con organizaciones de la comunidad. Por ejemplo, la Universidad de Chicago se ha asociado con Food Depository para ofrecer comidas calientes a personas que viven en South Side y ayudar a las personas a mantener quedar en casa en forma más segura. Oak Street Health está monitoreando a sus pacientes para detectar inseguridad alimentaria y otras necesidades sociales, y los trabajadores sociales y otros miembros del equipo hacen entregas de alimentos, suministros médicos y otros elementos necesarios en los hogares de estas personas”, dice Peek. 

Por último, aunque las pruebas son una prioridad para expertos en temas de salud pública como Peek, resalta la importancia de proteger a los trabajadores esenciales.

“Realizamos pruebas principalmente en personas con síntomas, pero sabemos que la enfermedad también es transmitida por personas asintomáticas. Sabemos que existen comunidades de ingresos bajos y con alta densidad de población, como en el lado sur de Chicago, donde viven muchos de nuestros trabajadores esenciales. Estas son las personas y las comunidades que hacen posible que todos los demás puedan quedarse en casa y estar seguros. Necesitamos protegerlos igual que protegemos a nuestros trabajadores del sistema de salud. Se encuentran íntimamente expuestos al público. Para lograr éxito en la contención del virus, nuestras estrategias de salud pública deben ser más integrales”, dice Peek. 

La crisis del coronavirus es una pandemia global, pero su impacto seguirá los mismos patrones de desigualdad en salud incorporados en los sistemas, las instituciones y la cultura. Es importante recordar que las comunidades minoritarias ya se enfrentan a impactos desproporcionados de COVID-19, con barreras adicionales a los recursos y la atención necesarios para mitigar el daño causado por el virus. 


Para más información sobre nuestra cobertura de coronavirus y la diabetes tipo 2, haz clic aquí.

ESCRITO POR T'ARA Smith, MS, Educación Nutricional, PUBLICADO 04/17/20, UPDATED 11/28/22

T'ara fue diagnosticada con diabetes Tipo 2 en julio de 2017 a la edad de 25 años. Desde su diagnóstico, centró sus estudios académicos y su carrera en concientizar sobre la diabetes y en vivir una vida plena con ella. Está emocionada de haberse unido al equipo Beyond Type 1 para continuar su trabajo. Dos años más tarde, T'ara descubrió que había sido diagnosticada erróneamente con diabetes Tipo 2 y en realidad tiene LADA. Fuera de la oficina, a T'ara le gusta ir al cine, visitar parques con su perro, escuchar BTS y cocinar increíbles comidas saludables. T'ara tiene una maestría en educación nutricional de la American University.