PHOTOS BY Claudia Izza

Sergio Izza: Diabetes y la Comunidad Árabe en Argentina


 2021-12-02

Tengo la dicha y el honor de compartir con ustedes el resultado de mi muy interesante encuentro con Sergio Izza, que vive con diabetes tipo 2 en Paraná, Entre Ríos, República Argentina. 

Su historia es la historia de un barrio, de la emigración árabe hacia América, de edificios y acontecimientos que duermen en antiguos ladrillos de edificios y casas construidos con sólidos y buenos materiales en la República Argentina, en calles Bavio y Courreges.

Su historia se entreteje con la de muchos en la comunidad árabe-argentina y la de muchas personas que viven con diabetes tipo 2. No se pierdan todo lo que este eminente Psiquiatra y emérito Director de Salud Mental tiene para compartir con nosotros.

Un legado que comienza en Siria

Mis abuelos por línea materna y paterna se conocieron en Argentina a raíz del noviazgo de mi padre con mi madre después de haber vivido en Siria a 20 kilómetros de distancia. Se conocen acá en Argentina, en la otra punta del planeta. Por el lado de mi padre, sería la segunda generación nacida en Argentina y de mi madre, la primera. Mamá nació en Curitiba (Brasil). Antes, la búsqueda de las Américas se dirigía a Brasil, Argentina en algún momento era la “segunda opción”  pero a la vez una tierra prospera y prometida.

Asi, alrededor de 1900, mis abuelos maternos sirios de Mashta Al-Helu y la familia paterna de Safita ya estaban en Argentina. Hay una gran comunidad árabe en Salta, Parana y Rosario. La gente que se fue instalando en La Rioja, Catamarca, San Juan lo hacían por la similitud con sus pagos de origen.

Mis abuelos se hicieron almaceneros y el almacén, el de los 33 orientales, tuvo mucha relevancia en la ciudad de Paraná (Entre Ríos). Toda esa calle, una cuadra y media alrededor, albergaba a casi mi familia completa. Mi abuelo fundo el “club Recreativo” ¡en una partida de naipes! Era brillante.

Ahora somos parte activa de la comunidad Árabe en Paraná, Entre Ríos, Argentina.

Quién es Sergio Izza

Yo soy médico psiquiatra desde hace 40 años, me desempeñé en el sector público hasta que, por la ley de protección de salud mental me jubile. Sigo ejerciendo y estudiando hasta ahora, todos los días leo cosas nuevas. Siendo Director de salud mental de la provincia, recuerdo que producto de una enorme tormenta política con un alto nivel de estrés, de buenas a primeras empece a perder peso, tener mucha sed, despertarme a la noche para ir al baño varias veces hasta que me hice un chequeo. Ahí debute con diabetes tipo 2.

Esto es siempre multicausal. Tengo una carga genética porque mucha parte de nuestra familia tuvo diabetes tipo 2, el estrés, etc. Esto fue entre 2004 y 2007. Comence mi tratamiento e hice una reeducación de mi vida, sobre todo en relación con los alimentos y también con la actividad física, empece a nadar y a hacer bicicleta, a saber cuáles son los alimentos que no solo te elevan la glucemia sino conocer cómo comer, lo que para mi ha sido el “nudo” porque creo que nos cuesta encontrar colaciones. Si uno va racionando, es como ver la curva desde lejos e ir frenando poco a poco antes de llegar a la misma, que sería la cena o el almuerzo. 

Bajé recientemente unos kilos al recortar el consumo de harinas. Por lo que he aprendido, no hay cuestiones prohibidas sino moderación y compensación, tener el cuidado para no mantener valores altos sostenidos en el tiempo.

Para aquellos que luchan por aceptar su diagnóstico,

En primer lugar, es una suerte que te hayan diagnosticado, porque hay mucha gente que lo desconoce y la diabetes sigue haciendo daño silenciosamente. Se puede llevar una vida normal, en realidad la diabetes tipo 2 no modifica tu vida cotidiana. 

Es importante que nuestros médicos de cabecera no nos asusten ni nos alarmen, algunos no desean compartir conocimiento con el paciente. Han de saber empatizar, comunicarse con el paciente, explicarle todo lo que va a sentir.

Yo hice tres consultas con una nutricionista y me dieron unos consejos, tips que ajusto y siempre recuerdo. El tema de la media tarde, en vez de poner el paquete poner tres galletitas frente a mí y mantengo una vida absolutamente normal.

Y todos podemos hacer actividad física en algún momento del día lo cual, tiene  efectos buenos.

No dejes de tener vida social, puedes regular tu dieta hasta haciendo vida social.

Un mensaje final de Sergio

Respecto a la diabetes, tenemos que convivir con ella. Hay que ser un buen conviviente, respetarla y no atemorizarse. 

Viviendo con ella en buenos términos y conociéndola, dentro de una vida cotidiana normal uno puede vivir muchos años de la misma manera que el que no tiene diabetes.

ESCRITO POR Lucía Feito Allonca de Amato, PUBLICADO 12/02/21, UPDATED 12/02/21

Lucy lleva casi 30 años viviendo con diabetes Tipo I y forma parte del equipo detrás de las propiedades hispanas de Beyond Type 1. Es Licenciada en Derecho y tiene doble nacionalidad Española y Argentina. Forma parte activa de la comunidad en línea de diabetes, desde su blog Azúcar HADA. Cursa los estudios de la Licenciatura en Psicología, es paciente experto en enfermedades crónicas cardio-metabólicas y activista por los derechos de las personas del colectivo LGBTQ+.