El apoyo con la diabetes me ayudó a confrontar el trauma

 2019-09-16

ADVERTENCIA: Esta historia contiene contenido delicado sobre abuso sexual.


Mi nombre es Shanerica Churchill, tengo 26 años y vivo con diabetes tipo 2 en Memphis. Me diagnosticaron diabetes tipo 2 el 6 de agosto de 2018. El día de mi diagnóstico, casi entro en coma diabético. Afortunadamente, mi esposo, Jeff, me llevó al hospital donde pude recibir tratamiento. Sin embargo, me sorprendí cuando los médicos me dijeron que había tenido diabetes durante bastante tiempo y revelaron que mi A1c era de 12,6 %. En ese momento, tenía miedo y ya no me sentía normal. El personal del hospital me dio información sobre el control de la diabetes, como libros y videos sobre dietas y el uso de insulina. 

Cuando me dieron de alta del hospital, temía no poder controlar mi diabetes. La enfermedad corre en mi familia del lado de mi madre. Mi esposo me hizo darme cuenta de que no estaba sola y me ayudó a comenzar a adaptarme. Luego, en mi trabajo me remitieron a un dietista que me ayudó con hábitos alimenticios saludables. Poco después, mi médico de cabecera me remitió a un endocrinólogo que me prestó atención especializada y me ayudó a conocer más profundamente sobre la diabetes. Mi endocrinólogo también me remitió a una clase de educación sobre diabetes, para recibir apoyo adicional. 

El apoyo de mi equipo de atención médica y mi esposo lo fueron todo

Todo el apoyo de mi esposo y mi equipo de atención médica marcó la diferencia en mi atención. Este apoyo me ayudó a darme cuenta de que quería un estilo de vida saludable, pero sabía que necesitaba comenzar poco a poco y comencé a tomar clases de Zumba y kickboxing. A decir verdad, odiaba hacer ejercicio pero estas actividades me parecieron divertidas y aumentaron mi confianza. Me encanta hacer ejercicio ahora, se siente genial. Aún mejor, mi esposo decidió acompañarme en mi travesía de salud. Llevamos a nuestro perro a pasear para hacer ejercicio. Ambos nos unimos a un gimnasio y comenzamos a perder peso y ganar músculo, lo cual es beneficioso para las personas con diabetes. 

Tener una pareja de apoyo durante todo este proceso ha hecho una gran diferencia y ha fortalecido nuestra relación. Sé que algunos de ustedes pueden estar preguntándose cómo lograr que tu pareja participe en tu estilo de vida saludable, especialmente si estás haciendo estos cambios después de un diagnóstico de diabetes. Mi consejo principal es que hables con tu pareja sobre tu deseo de cambiar tu estilo de vida y por qué. En mi caso, le dije a mi esposo que quería que estuviéramos saludables para que ambos pudiéramos envejecer juntos y vivir vidas largas, saludables y agradables.

Trabajando teniendo un trauma y aprendiendo a prosperar

Estoy aprendiendo sobre la relación entre traumas del pasado y la diabetes en mi vida. Soy una sobreviviente de violación que luchó con el manejo de la ira, además de tener una relación tumultuosa con mis padres. Si iba a centrarme en mi salud física, tenía que hacer lo mismo con mi salud mental. Aunque se sabe poco sobre la relación entre la diabetes y las afecciones psiquiátricas , los estudios sugieren que el estrés, el trauma y otros síntomas depresivos pueden contribuir a disminuir el control sobre la glucosa en sangre, aumentar la ansiedad y promover emociones negativas hacia el cuidado de la diabetes. El aumento del estrés también puede inhibir la producción de insulina y evitar que el cuerpo la use.

La terapia me ha formado mental y emocionalmente porque tengo una perspectiva diferente de la vida y cambié mi actitud de cuando solía sentir que no era lo suficientemente buena. Hoy, me siento fuerte, confiada y tengo una visión mucho más positiva de mí misma. 

A partir de julio de 2019, mi A1c ha bajado del 12,6 % al 4,6 %. Siento que es increíble lograr ese objetivo en menos de un año después de mi diagnóstico. Pero mi trabajo aún no ha terminado, todo lo contrario; solo estoy empezando. Espero inspirar a otras personas que han lidiado con traumas y viven con diabetes para obtener la atención que necesitan y merecen. Los empleadores pueden ser esenciales en este esfuerzo al proporcionar un terapeuta o consejero en el lugar de trabajo para ayudar a los empleados a enfrentar los problemas que afectan todos los aspectos de nuestras vidas. Creo firmemente que no importa lo que estemos pasando, no debemos dejar que nos consuma o nos controle. En cambio, podemos ser una luz positiva para nuestra familia, amigos y para nosotros mismos. 

Gracias, Beyond Type 2, por dejarme compartir mi historia. Espero que esto inspire a cualquiera que lo lea.