“Mi médico se negó a recetarme insulina para la diabetes tipo 2, entonces busqué un nuevo médico”


 2022-03-07

Nota del editor: la diabetes tipo 2 es una enfermedad compleja. Algunas personas necesitan terapia de insulina u otros medicamentos para la diabetes. Otros podrían notar que cambios en la dieta y ejercicio son suficientes para mejorar los niveles de glucosa (azúcar) en sangre. Si vives con diabetes tipo 1 o tipo 2, habla con tu médico antes de hacer cualquier cambio en tu tratamiento.


Antes de que a Kate Cornell le diagnosticaran diabetes tipo 2 en 2005 a los 50 años, no tenía idea de que algo andaba mal.

“Me diagnosticaron por medio de un análisis de sangre de rutina en el consultorio de mi ginecólogo”, recuerda. “No midieron mi A1c, solo mi nivel de glucosa (azúcar) en sangre, y después de ver los resultados, me dijeron: ‘Lo siento, pero tienes diabetes’”.

Kate programó rápidamente una cita de seguimiento con su proveedor de atención primaria, en donde le dijeron: “Probablemente tengas diabetes tipo 2. Sólo cambia lo que estás comiendo y haz algo de ejercicio. Y comienza a medir tu nivel de glucosa (azúcar) en sangre con un medidor de glucosa en sangre”.

Sin recibir educación en diabetes ni materiales para llevar a casa, Kate se puso en marcha por su cuenta para mejorar sus niveles de glucosa (azúcar) en sangre.

“Fue muy frustrante, porque no sabía qué comer. Probé muchas cosas, incluyendo Weight Watchers, pero nada funcionaba”, recuerda.

POR FIN, LA METFORMINA

Al menos dos años después de su diagnóstico, el médico de Kate finalmente le recetó metformina. Comenzando con una dosis muy baja para prevenir los efectos secundarios más comunes, la dosis de metformina de Kate aumentó gradualmente en el transcurso de dos años, a una dosis diaria de 2,000 mg por día.

Mientras tanto, había hecho muchos cambios en su dieta en una iniciativa por bajar aún más sus niveles de glucosa (azúcar) en sangre. Más específicamente, eliminó muchos carbohidratos, lo que también la llevó a darse cuenta de que tenía problemas de adicción a la comida.

“También traté de comer muy, muy pocos carbohidratos durante un verano, y ayudó a mis niveles de glucosa (azúcar) en sangre”, explica Kate. “Pero no pude mantenerme, me sentía miserable. Pero también sé que simplemente no puedo comer un poco de algo debido a mi adicción a la comida”.

Tratar de comer incluso una cantidad considerada de carbohidratos resultó ser demasiado para que su nivel de glucosa (azúcar) en sangre se regulara sin la ayuda de medicamentos adicionales. Si bien reducir la ingesta diaria de carbohidratos (que incluye el azúcar) puede ser un método muy útil para mejorar los niveles de glucosa (azúcar) en sangre, no significa que debas comer cero carbohidratos para mantenerte en tu rango objetivo de glucosa (azúcar) en sangre.

Los medicamentos pueden ayudar a reducir los niveles de glucosa (azúcar) en sangre de diferentes maneras. Por ejemplo, algunos reducen la cantidad de azúcar que produce el hígado a lo largo del día. Otros pueden aumentar la producción de insulina natural de tu cuerpo o hacerte más sensible a la insulina. No existe un enfoque único para manejar la diabetes tipo 2 y determinar qué tipo de apoyo necesita tu cuerpo puede llevar tiempo.

“Incluso un sándwich me causaba un gran aumento en mi nivel de glucosa (azúcar) en sangre”, recuerda. “Si no puedes comer un sándwich sin que te suba el nivel de glucosa (azúcar) en sangre, necesitas un medicamento diferente”.

ROGANDO INSULINA

Con sus niveles de glucosa (azúcar) en sangre en ayunas en el rango de 150 a 160 mg/dl, Kate sentía que debía probar la insulina, pero su médico se negó a recetársela.

“Había estado pidiendo comenzar a usar insulina antes de esto, pero siempre me decían, ‘pero tu A1c está bien, no la necesitas’. Era muy frustrante porque un nivel de glucosa (azúcar) en sangre en ayunas de 150 mg/dl no es algo bueno”.

Un nivel de glucosa (azúcar) en sangre “en ayunas” es por la mañana, antes de desayunar. Un nivel de glucosa (azúcar) en sangre en ayunas de una persona que no vive con diabetes generalmente está por debajo de 100 mg/dL. Despertar con un nivel de alrededor de 150 mg/dL significa que Kate está significativamente por encima de un nivel seguro durante toda la noche, incluso cuando han pasado horas desde la última vez que comió. Esta es una señal clara de que su cuerpo podría necesitar más apoyo para manejar niveles saludables de glucosa (azúcar) en sangre. 

Kate cambió a su médico por uno nuevo que le recetó insulina basal (de acción prolongada) de inmediato. “¡De hecho, lloré en su oficina cuando aceptó darme una receta de insulina!” recuerda.

Si bien la insulina basal la ha ayudado notablemente, aún se siente frustrada porque varios médicos ahora le han dicho que no necesita insulina en absoluto.

Aunque su médico sigue creencias obsoletas de cuándo, quién y por qué una persona con diabetes tipo 2 podría necesitar insulina, Kate sabe que la producción de insulina de su cuerpo no es suficiente para mantener sus niveles de glucosa (azúcar) en sangre dentro de su rango ideal.

Durante décadas, ha habido un malentendido de que las personas con diabetes tipo 2 sólo deben de perder peso, comer sano y hacer ejercicio todos los días para lograr niveles normales de glucosa (azúcar) en sangre. En cambio, hay más investigaciones que han descubierto que muchas personas con diabetes tipo 2 producen gradualmente menos y menos insulina con el tiempo, lo que requiere el apoyo de otros medicamentos para la diabetes, incluyendo la insulina.

QUE TE DIGAN QUE COMAS MÁS CARBOHIDRATOS… SIN INSULINA PARA LOS TIEMPOS DE COMIDA

Ya que con frecuencia su nivel aumenta a 250 mg/dL después de las comidas, Kate no tiene una herramienta real para reducirlo.

“Todavía no quieren considerar darme insulina para las comidas, pero no puedo comer normalmente porque todo aumenta mi nivel de glucosa (azúcar) en sangre”, dice Kate. “Tengo una relación extraña con la comida por eso”.

Incluso las zanahorias, una verdura rica en fibra y relativamente baja en carbohidratos, elevan su nivel de glucosa (azúcar) en sangre. En comparación con un tazón de avena o maíz, las zanahorias son relativamente bajas en carbohidratos. Kate ha optado por educarse a sí misma a fondo sobre la alimentación saludable y la cocina baja en carbohidratos y qué impacto debe tener en el manejo de su nivel de glucosa (azúcar) en sangre, por lo que es obvio para ella que la insulina para los tiempos de comida marcaría una gran diferencia.

“Vivo en una comunidad pequeña y no hay muchos médicos a los que pueda acudir. Cuando visité a una educadora en diabetes, analizó lo que estaba comiendo y lo único que hizo fue alentarme a comer más carbohidratos, como papas”, dice Kate, lo que solo aumentó su frustración.

“Me regañan por no comer suficientes carbohidratos, pero no me dan insulina para las comidas para ayudarme a manejar el impacto de esos carbohidratos en mi nivel de glucosa (azúcar) en sangre”.

Por ahora, Kate está haciendo una pausa en la agotadora lucha por conseguir insulina para las comidas, pero mientras tanto está agradecida por haber conseguido insulina basal.

“Mentalmente, nunca tuve un problema con la idea de usar insulina”, agrega Kate, “porque es obvio que mi cuerpo la necesita”.

Estos son algunos recursos si tienes dificultades para alcanzar tus objetivos de glucosa (azúcar) en sangre y quieres hablar con tu médico sobre las opciones de medicamentos:

El contenido educativo relacionado con la diabetes tipo 2 es posible gracias al apoyo de Lilly Diabetes. Beyond Type 2 mantiene un control editorial completo de todo el contenido publicado en nuestras plataformas.

ESCRITO POR T'ARA SMITH, MS, EDUCACIÓN NUTRICIONAL, PUBLICADO 03/07/22, UPDATED 08/09/23

Ginger Vieira es una autora y escritora que vive con diabetes tipo 1, enfermedad celíaca, fibromialgia e hipotiroidismo. Es autora de una variedad de libros, incluidos "When I Go Low" (Cuando tengo un nivel bajo) (para niños), "Pregnancy with Type 1 Diabetes" (El embarazo con diabetes tipo 1) y "Dealing with Diabetes Burnout" (Lidiando con el síndrome de burnout por la diabetes). Ginger también ha escrito para Diabetes Mine, Healthline, T1D Exchange, Diabetes Strong y más. En su tiempo libre le gusta saltar la cuerda, andar en monopatín con sus hijas o caminar con su chico guapo y su perro.