Vacunas contra el COVID-19 para niños de 5 a 11 años con diabetes 

 2021-11-02

Nota del editor: Tenemos un objetivo simple: aprovechar el poder de la comunidad mundial de la diabetes para salvar vidas. Visita coronavirusdiabetes.org para encontrar más información sobre lo que puedes hacer como persona con diabetes para protegerte y proteger a los demás del COVID-19 hasta que todos estemos a salvo.


Este artículo fue publicado el 2 de noviembre de 2021.

Si tu hijo con diabetes tipo 1 tiene 5 años o más, ¡es hora de vacunarlo contra el COVID-19!

El martes 2 de noviembre de 2021, los asesores de vacunas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés) votaron unánimemente recomendar administración de la vacuna Pfizer/BioNTech COVID-19 a niños de 5 a 11 años; la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky, respaldó la recomendación poco después.

Esta recomendación se realiza luego de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y los CDC hayan aprobado una Autorización de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) (que es lo que se hizo para la ola original de vacunas contra el COVID-19 para adultos) para la vacuna Pfizer/BioNTech en niños de cinco años o más. La vacuna Pfizer actualmente está totalmente aprobada para mayores de 16 años.

La FDA emite las EUA antes de las aprobaciones completas por precaución. Su proceso de aprobación es riguroso e incluye no solo una revisión exhaustiva de los ensayos clínicos que incluyen a miles de participantes, sino que también garantiza que las prácticas de fabricación sean seguras.

¿Acaso tienen riesgo los niños de contraer COVID-19?

Si bien es importante recordar que tener diabetes tipo 1 en sí mismo no parece poner a nadie en mayor riesgo de contraer el nuevo coronavirus, el cuidado de la diabetes puede complicarse mucho más después de contraer COVID-19 y proteger a cualquier persona con diabetes de contraer el virus es nuestra meta final.

Además, si bien el riesgo general de COVID-19 grave para los niños es bajo, el virus se ha convertido en la octava causa principal de muerte en los niños. Los síntomas prolongados del COVID-19, si bien son difíciles de manejar para cualquier persona, a veces dan como resultado una afección autoinmune en los niños llamada síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C, por sus siglas en inglés). El MIS-C es una afección en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse, incluyendo el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos o los órganos gastrointestinales. Asegurarte de que tu hijo no contraiga COVID-19 es la mejor manera de prevenir la posibilidad de MIS-C.

En una entrevista reciente con The Atlantic, Sallie Permar, presidenta de pediatría de Weill Cornell Medicine y pediatra en jefe del New York-Presbyterian Hospital dijo, “lo más importante es que esta vacuna toma tres enfermedades nuevas [MIS-C, COVID largo y COVID-19 grave] que estamos tratando en los niños… y las hace prevenibles con vacunas… Vacunar a nuestros hijos hará que podamos recuperar la escuela como antes la conocimos”.

En pocas palabras: recibir la vacuna contra el COVID-19 reduce significativamente la probabilidad de una variedad de síntomas inmediatos intensos y afecciones a largo plazo relacionadas con el coronavirus. Por eso alentamos a todas las personas con diabetes a que se vacunen lo antes posible.

¿La vacuna contra el COVID-19 es segura para los niños con diabetes tipo 1?

Ha sido necesario un tiempo para que se apruebe la vacuna contra el COVID-19 para niños de cinco a once años debido a la diligencia con la que los comités asesores de la FDA y los CDC han revisado los datos.

Los resultados generales mostraron que la vacuna es muy bien tolerada en el grupo de edad de cinco a once años, con una tasa de eficacia del 90,7 % (es decir, el 90,7 % de los participantes recibieron protección contra todas las formas de COVID-19 después de recibir la vacuna).

Se informaron algunos casos de COVID-19 leve entre los que recibieron la vacuna, pero, al igual que en los ensayos en adultos y adolescentes, se demostró que la vacuna protege al 100 % de los que la recibieron contra síntomas graves, síntomas de COVID de larga duración, hospitalización o muerte.

Aproximadamente una quinta parte de los participantes del ensayo tenían otras afecciones de salud, es común asegurarse de que los ensayos clínicos incluyan a personas que tienen comorbilidades para que se pueda demostrar qué tan bien funciona la vacuna cuando hay otros factores de salud en juego, como la diabetes tipo 1.

Aquí está el resumen oficial del ensayo:

El ensayo clínico para el uso de la vacuna Pfizer/BioNTech en las edades de cinco a once incluyó a 2.285 participantes; alrededor del 20 % tenía comorbilidades como asma y obesidad. 1.528 participantes recibieron la vacuna, mientras que 757 participantes recibieron el placebo. 

Los participantes del ensayo recibieron 10 microgramos (mcg) de la vacuna. Se les dio seguimiento a todos los participantes del ensayo durante un mes después de la segunda dosis. Si bien la dosis para adultos es de 30 mcg, los resultados del ensayo mostraron la misma respuesta inmune sólida en los niños con la dosis más baja que en los de 16 a 25 años que recibieron la dosis más alta.

De los que recibieron la vacuna Pfizer/BioNTech, solo tres niños contrajeron un caso leve de COVID-19. Ningún participante interrumpió el ensayo debido a efectos adversos. La mayoría de los efectos secundarios informados fueron similares a los experimentados por adolescentes y adultos: dolor de cabeza, fatiga, dolor muscular o escalofríos que duraron entre uno y dos días. No hubo informes de MIS-C, COVID-19 grave, miocarditis o pericarditis.

Encontrar una cita para la vacunación

Muchas personas están recibiendo la vacuna contra el COVID-19 en su farmacia local o por medio de su proveedor de atención primaria. Previendo la aprobación anticipada de la vacuna para mayores de cinco años, también se enviaron cargamentos a los pediatras. Si tienes un proveedor de atención médica regular, es probable que te envíe una notificación una vez que tenga las vacunas disponibles para tu hijo.

Además, puedes encontrar una cita para la vacuna contra el COVID-19 cerca de ti en vaccines.gov. También puedes enviar un mensaje de texto con tu código postal al 438829 o llamar al 1-800-232-0233 para encontrar ubicaciones cerca de ti. Cada uno de estos recursos está respaldado por los CDC.

Cada vacuna que se administra disminuye el riesgo y previene la propagación del COVID-19. Cuantas más personas se vacunen rápidamente, mejor, ya que significa una mejor protección para todos y un camino más rápido hacia “volver a la normalidad”.

Manejo de los efectos secundarios: ¡son normales!

Los niños en el ensayo de la vacuna experimentaron los mismos efectos secundarios que los adolescentes y los adultos: dolores de cabeza, fatiga, dolores musculares y escalofríos. Esto es completamente normal. Debido a los síntomas leves que experimentan algunos, es importante estar atento a los niveles de azúcar en sangre durante las primeras 24 a 48 horas después de recibir la vacuna.

Los síntomas también pueden afectar los niveles de azúcar en sangre, haciendo que sean ligeramente altos o ligeramente bajos, por lo que debes medir los niveles con frecuencia, mantenerte hidratado y familiarizarte con tu rutina para los días de enfermedad. Los síntomas leves que tu hijo podría experimentar después de la vacuna son significativamente más seguros y más fáciles de manejar que la posibilidad de contraer COVID-19.

¿Qué hay de los niños menores de cuatro años?

En septiembre, el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo que se esperaban datos sobre la vacuna contra el COVID-19 para las edades de dos a cuatro “antes de fin de año“. La compañía también está haciendo pruebas para edades de seis meses a dos años, pero aún no ha anunciado un cronograma esperado para este grupo de edad. Hasta entonces, continúa aplicando medidas de seguridad comprobadas en tu familia para mantener saludables a tus hijos y a otras personas.

¿Qué debo hacer si mi hijo contrae COVID-19 mientras espera poder recibir la vacuna?

Si bien la mayoría de los niños que contraen COVID-19 no experimentan síntomas ni resultados graves de la enfermedad, es importante permanecer alerta y buscar ayuda si los síntomas comienzan a agravarse, los niveles de azúcar en sangre comienzan a volverse incontrolables o las cetonas persisten. Recuerda que las cetonas pueden estar en el organismo y la CAD (cetoacidosis diabética) puede ocurrir incluso si los niveles de glucosa en sangre parecen normales.

Práctica el manejo vigilante de los días de enfermedad, incluyendo la monitorización frecuente de las cetonas y la glucosa en sangre (idealmente con un monitor continuo de glucosa (MCG) si está disponible), hidratación y administración de insulina. Es más probable que ocurra CAD si tu hijo deja de administrarse insulina, lo que puede suceder si no está reteniendo los alimentos y, por lo tanto, el nivel de azúcar en sangre es bajo. En estos casos, pídele que tome sorbos de líquidos que contengan carbohidratos como Gatorade para los niveles de glucosa por debajo de 180 mg/dL para que pueda seguir administrándose insulina. La hidratación y la insulina son claves para eliminar las cetonas. Debes saber cómo comunicarte con tu equipo de atención de la diabetes y llámalos si tienes preguntas o inquietudes sobre el manejo de los días de enfermedad.

Lala juró no trabajar nunca en el espacio de diabetes Tipo 1 por temor a hacer que la diabetes fuera más del 100% de su vida (habiendo sido diagnosticada a los 10 años), y luego terminó haciéndolo de todos modos. Tener un impacto en la vida de otras personas con diabetes Tipo 1 era demasiado importante como para mantenerse alejada. Como profesional de comunicaciones estratégicas durante la última década, trabajó en organizaciones sin fines de lucro y trabajó para JDRF durante cuatro años antes de unirse al equipo Beyond Type 1. Su papel incluye ayudar a fomentar y cultivar la Alianza entre JDRF – Beyond Type 1. Lala es un poco nómada, creció principalmente entre Hawái y el estado de Washington y se graduó de la Universidad de Miami en Florida con un título en comunicaciones enfocado en publicidad. Es una autora de historias de no- ficción publicada y actualmente está tratando de aprender a escribir ficción. Por lo general, puedes encontrarla leyendo, preferiblemente en la playa.