Los casos de COVID-19 están aumentando nuevamente en los Estados Unidos. ¿Cómo llegamos aquí?


 2021-07-29

Nota del editor: Tenemos un objetivo simple: aprovechar el poder de la comunidad de diabetes en el mundo para salvar vidas. Visita coronavirusdiabetes.org para obtener más información sobre lo que puedes hacer como persona con diabetes para protegerte y proteger a los demás de COVID-19 hasta que todos estemos a salvo.

Este artículo fue publicado el miércoles 28 de julio de 2021. A partir del martes 2 de noviembre de 2021, la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) otorgó a la vacuna contra COVID-19 de Pfizer y BioNTech aprobación total para mayores de 16 años, con una Autorización de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) a partir de los cinco años de edad.


Los casos de COVID-19 están a la alza nuevamente en los Estados Unidos. Al 28 de julio de 2021, las tasas de casos volvieron a un promedio de 7 días de más de 63 mil casos por día, igual al de la segunda ola de COVID-19 en los Estados Unidos del verano pasado. Eso es el doble del número de casos de la ola inicial durante la primavera de 2020. Los casos están aumentando con mayor intensidad en los condados donde las tasas de vacunación son de 40% de la población o menores.

¿Cómo fue que llegamos aquí?

Los virus mutan; es algo que hacen (la mutación del virus es la razón por la que recibimos una nueva vacuna contra la influenza cada año). Para evitar el impacto de mutaciones como la variante delta, contra las cuales las vacunas siguen siendo efectivas pero que se propaga mucho más rápido entre aquellos no vacunadas que la forma original del coronavirus, necesitábamos que al menos 70% o más de la población estuviera vacunada. Eso no sucedió.

En cambio, un poco menos de la mitad de la población en los Estados Unidos está completamente vacunada con buena parte del sur y el medio oeste del país, y algunas otras pequeñas áreas, vacunada a menos de 40%.   Esto le da a la variante delta, que es mucho más contagiosa,  muchas personas entre las que se pueden propagar velozmente. Esto nos lleva de regreso al punto en el que los casos están aumentando drásticamente y algunos sistemas de salud están colapsando.

¿Quienes se están contagiado ahora?

En este momento, prácticamente todas las muertes (99 %) y hospitalizaciones (97 %) por COVID-19 son personas que no han sido vacunadas. Los casos de falta de efectividad (casos entre personas que ya han sido vacunadas) han recibido mucha atención, pero eso se debe principalmente a que son casos raros y, por lo tanto, llaman mucho la atención. Las vacunas de COVID-19 todavía están demostrando ser efectivas, particularmente contra síntomas severos, hospitalización y muerte, para todas las variantes actuales de COVID-19.

Pero los nuevos casos de COVID-19 no se limitan solo a adultos que no se han vacunado.

¿Qué impacto tiene esto en las personas con diabetes?

La diabetes por sí misma no parece poner a nadie en mayor riesgo de contraer COVID-19, la variante delta o de otro tipo, pero otros factores como la edad avanzada, el empleo de alta exposición, los niveles de glucosa en sangre constantemente elevados u otros factores de salud no relacionados con la diabetes como la obesidad y la hipertensión pueden aumentar el riesgo de infección. Si una persona con diabetes contrae COVID-19, el cuidado de la diabetes y el manejo de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre pueden volverse mucho más difíciles.

Además, a medida que los hospitales y las clínicas se vuelven más concurridos, el cuidado rutinario de la diabetes y otros cuidados de la salud se vuelven mucho menos accesibles; la vida diaria con diabetes se ve interrumpida por casos más altos de COVID-19, ya sea que una persona con diabetes contraiga el coronavirus o no.

Tengas diabetes o no y estés vacunado, todavía existe una pequeña posibilidad de que seas portador de coronavirus, incluida la variante delta, sin mostrar síntomas de enfermedad. Es por eso que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han recomendado que todos, vacunados o no, continúen usando máscaras en las áreas públicas interiores.

¿Qué podemos hacer para ayudar?

Si aún no estás vacunado, ahora es el momento. Sin más del 70 % de la población de Estados Unidos vacunada nos dirigimos hacia otro invierno oscuro con casos de COVID-19 en aumento. El fin de la pandemia depende totalmente de que la mayoría de las personas se vacunen.

Si ya estás vacunado, sigue hablando con amigos y familiares que no lo estén. Condenar a las personas que aún no han elegido vacunarse no ayuda; hará que las personas se sientan a la defensiva y atacadas, lo que hace que los humanos se cierren y no tomen medidas. ¿Qué puede funcionar? Preguntar a las personas qué preguntas tienen, dirigirlos hacia recursos e información basados ​​en la ciencia y verificar continuamente, con amabilidad, hasta que se vacunen. Al personal de Beyond Type 1 le ha encantado recibir información clara de comunicadores científicos confiables como Jessica Malaty-Rivera y el Dr. Darien Sutton.

Y ya sea que estés vacunado o no, sigue utilizando cubrebocas en interiores de áreas públicas. La variante delta es más contagiosa que las variantes anteriores de COVID-19. Continuar usando cubrebocas alrededor de otras personas, particularmente en lugares con aire circulante como en cualquier lugar del interior, es vital.

El punto es…

Estamos tan cerca. Contamos con vacunas COVID-19 confiables y efectivas; ahora se trata de garantizar que todas las personas que tienen acceso a las vacunas las obtengan y de ampliar el acceso equitativo para todos.

Juntos, tenemos el poder de dar forma a lo que sucederá a continuación. Cada acción para frenar la propagación del virus, como recibir la vacuna COVID-19, representa innumerables infecciones prevenidas. Juntos, podemos liderar el camino para detener la propagación de COVID-19. Las vidas de aquellos entre nosotros que pudieran ser más vulnerables están en juego.

ESCRITO POR Lala Jackson, PUBLICADO 07/29/21, UPDATED 10/21/22

Lala es una estratega de comunicaciones que vive con diabetes Tipo 1 desde 1997. Ha trabajado en tecnología médica, incubación de negocios, tecnología de biblioteca y bienestar, antes de aterrizar en el espacio sin fines de lucro de la diabetes Tipo 1 en 2016. Es un poco nómada, creció rebotando principalmente entre Hawái y el estado de Washington, y se graduó de la Universidad de Miami. Por lo general, puedes encontrarla leyendo, preferiblemente en la playa.