Vivir a Pleno. También con Diabetes Tipo 2.
Hay un lugar privilegiado en Córdoba, Argentina. Se trata de un paraíso natural escondido que ni siquiera muchos argentinos conocen, Miramar de Ansenuza o “Mar Chiquita”, el quinto lago salado más grande del mundo y futuro parque nacional.
Allá, en este mágico lugar tuve la suerte de conocer y obtener el testimonio de Gabriela, que se sinceró con nosotros para contarnos cómo vive, a pleno, su vida con diabetes tipo 2.
Sobre Gabriela y su diagnóstico de diabetes tipo 2
Bueno, me descubrieron la diabetes tipo 2 ya grande, más o menos a los 34 años. Mi mamá vivía con diabetes así que siempre estuve relacionada con esta condición. Siempre tuve muy presentes todas esas experiencias que vivió mi mamá pues muchas veces yo la acompañaba a médicos y con la nutricionista.
Yo soy argentina y tengo ciudadanía italiana, lo que me ha facilitado poder viajar y vivir en Italia. Fuimos con mi pareja y mi hijo cuando era pequeño, y trabajamos allá dos años, donde conocí la casa de mi abuelo y mis antepasados. Después volví.
La diabetes es una enfermedad que uno tiene que aprender a convivir con ella, y no luchar todos los días contra ella.
En un principio me dio mucho miedo en el diagnóstico y poco a poco fui enfrentando los miedos con mucha información. Es quizá esta la razón por la que me parece tan buena la tarea que realiza Beyond Type 2 brindando tanta información a las personas.
Cuidándose bien y llevando una vida equilibrada en cuanto a la comida y al ejercicio se puede salir adelante. Los miedos se convierten en una barrera que nos cierra a posibilidades.
Sobre la vida actual de Gabriela
Soy empresaria, tengo un camping acá en Miramar, provincia de Córdoba. Antes de la pandemia, viajaba anualmente a los moto encuentros y ferias artesanales, porque mi marido es peletero y trabaja el cuero. Confecciona diversas prendas.
La diabetes no me ha impedido desempeñarme en las actividades normales, yo voy con mi medicación oral y cuido mi alimentación.
En los encuentros de motos me ayuda mucho el hecho de que yo no tomo alcohol, y siempre intento mantener mi alimentación balanceada.
El burnout: Momentos en que uno se cansa
Hay momentos en que uno baja los brazos. Cuando uno se siente mal, hay que aceptar que nos estamos sintiendo así, que somos humanos, es la vida.
Lo que importa es volver a empezar al día siguiente. Estar bien para cuidar a nuestra familia, porque cuando estamos mal, está mal toda nuestra familia. Debemos recordar mirar para adelante y ser positivo.
La diabetes necesita de mucha comprensión, tener una persona al lado que te acompañe, es muy importante el amor y la comunicación…pienso que para todas las personas, no sólo las personas que vivimos con diabetes.
Entre familia y amigos
Intento cuidarme para estar bien y así que mi entorno esté bien, mi familia y mis amigos, aunque cueste, porque hay que enfrentar y aceptar la rutina que tenemos diariamente. No te “puedes quedar” ni deprimido, ni solo.
Me encanta juntarme con amigos, caminar… Desde la pandemia he tomado todas las precauciones necesarias, aún sigo usando barbijo y usando alcohol.
¡Siempre me encanta reflejar buena onda y alegría!
Sueños para el futuro
Me encantaría seguir viajando y conocer lugares. Me encanta. No le temo a las cosas nuevas, a pesar de que tengo 55 años, no le tengo miedo a los desafíos. Amo cuidar y estar rodeada de mi familia y es lo que también deseo para el futuro.
Enseguida estaré volviendo a los moto encuentros, donde hemos cosechado muchos amigos con mi marido. En estos trabajo porque armo un stand pero son asimismo un lugar de recreación y sociabilización rodeado de afectos.
