El nuevo normal: de visita al dentista


 2020-08-20

Si alguien me hubiera dicho que en verano de 2020 estaría buscando en internet algo como “cómo ir al dentista sin contagiarme de un virus pandémico en el intento” seguro me habría dado risa. Pero cuál fue mi sorpresa que en Marzo de 2020 me explicaron detalladamente cómo había una pandemia y qué precauciones debíamos seguir como familia si queríamos prevenir el contagio.

Poco a poco fuimos aprendiendo a hacer las cosas de distintas formas y algunas fueron un reto mucho mayor que otros: escuela en línea, limpieza especial de nuestros entornos, mascarillas, caretas, zapatos para interiores y exteriores y mucho pero mucho jabón.

De pronto nuestras citas médicas cambiaron su modalidad presencial a citas virtuales. En el caso de quienes vivimos con diabetes tipo 1 algunos encontramos muchísima ventaja pues ahora el análisis de nuestros datos es en la misma pantalla y vemos junto con nuestro equipo lo que debemos ajustar.

Pero cuál fue mi sorpresa cuando mi hijo dijo que le dolía un diente. ¿Un diente? ¿Por qué? ¿Por qué ahora? No hay dentistas! fue lo primero que pensé. Claro que, los profesionales de la salud, incluyendo los dentistas siguen trabajando pero uno como padre o madre tiene ciertos miedos y por supuesto jamás contemplaría uno ir al dentista en medio de una pandemia y abrir la boca en un entorno donde probablemente haya el virus del que nos estamos escondiendo. ¿No?

Pues bueno, fue inevitable. Primero tuvimos que hacer una investigación, y hacerla rápidamente porque, no me dejarás mentir: el dolor de dientes es único…y horrendo.

Y entonces, de mi investigación y experiencia llevando a mi hijo al dentista decidí compartirte algunos consejos. Espero que los encuentres útiles si tu visita, como la nuestra, resulta inevitable.

¿Es una emergencia?

De acuerdo con la Asociación Dental Americana, hay ciertas consultas y condiciones que pueden posponerse y reagendarse (u olvidarse porque ahora es poco claro cuando termina esta pandemia) estas incluyen:

  • Citas regulares para análisis, limpieza y rayos x
  • Citas para frenos y procedimientos estéticos
  • Remoción de piezas dentales (siempre y cuando NO haya dolor)
  • Blanqueamiento dental (que también es considerado un procedimiento estético)

Sin embargo, de acuerdo con ADA hay algunos procedimientos que necesitarán forzosamente que visitemos el consultorio de nuestro especialista, entre ellos:

  • Sangrado difícil de contener
  • Inflamación dentro y fuera de la boca
  • Dolor en dientes o encías
  • Infección en encías con dolor e inflamación
  • Dientes rotos
  • Ajustes de dentadura para personas en tratamientos de cáncer
  • Cables que pudiera cortar las encías u boca en el caso de aquellos con frenos
  • Biopsias o tejido anormal

Antes de nuestra cita

Evidentemente esto era una urgencia. Lo primero que hicimos fue llamar al consultorio para preguntar sobre los procedimientos. Se nos hizo un cuestionario breve para saber si habíamos presentado sintomatología, si habíamos tenido ya el virus y si habíamos estado en contacto con otras personas en los últimos 15 días o si alguien cercano a nosotros había sido diagnosticado. Además nos explicaron que debíamos llegar unos 10 minutos antes de la cita de mi hijo y que tendríamos que esperar en el auto hasta que saliera alguien del consultorio a darnos el acceso.

Durante nuestra cita

Una vez ahí, estacionamos el auto y esperamos ahí. La recepcionista se acercó para darnos acceso no sin antes recordarnos sobre el uso de nuestra mascarilla. Antes de ingresar a las instalaciones tomaron nuestra temperatura y nos pidieron limpiar nuestras manos con gel antibacterial.

En el caso de los niños se prefiere vayan acompañados solamente por un adulto pero también es una opción si los niños tienen edad suficiente que entren solos. Entre menos personas haya en el consultorio o sala de espera mejor. La sala de espera es limpiada antes de que ingrese cada paciente y las sillas de espera son igualmente desinfectadas. Por si las dudas, lleva toallitas limpiadoras en el bolsillo de tu pantalón y de preferencia un gel desinfectante.

Del equipo y la protección de nuestros dentistas

Me queda claro que representa más riesgo visitar el súpermercado que el consultorio del dentista después de esta visita con mi hijo. De cualquier forma es inevitable sentir ansiedad pero, lo cierto es que el equipo con el que están protegidos genera mucha tranquilidad.

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos publicó algunas recomendaciones para estos profesionales de la salud y como verás, el riesgo de que te contagies o que ellos se contagiaran existe pero es mucho menor que en otras actividades y servicios.

fuente: https://www.osha.gov/SLTC/covid-19/dentistry.html

Sonrisas perfectas

Por supuesto que tardaremos en reaprender a hacer las cosas pero muchos hemos aprendido a hacer todo de formas diferentes cuando fuimos diagnosticados con diabetes tipo 1 y henos aquí, viviendo más allá de nuestra condición. No estamos seguros de cuándo terminará esta pandemia pero de lo que estamos seguros es de que somos valientes y aprenderemos pronto para que podamos sonreir igual o más que antes de que nuestra vida cambiara drásticamente.


Lee más sobre el coronavirus y la diabetes aquí.

Para más información sobre lo que puedes hacer para protegerte y proteger a los demás, visita coronavirusdiabetes.org y comparte los #BigLittleChanges (#PequeñosGrandesCambios) que estés haciendo.

ESCRITO POR Mariana Gómez , PUBLICADO 08/20/20, UPDATED 11/21/22

Mariana es psicóloga y Educadora en Diabetes. En 2008, Mariana comenzó un blog donde comparte su experiencia de vida con otros y comenzó con labores de abogacía a través de las redes sociales. Mariana trabajó con la Federación Mexicana de Diabetes como Gerente de Comunicación y en otros esfuerzos para ayudar a construir y empoderar a la comunidad de diabetes en línea en México.  Hoy en día es Directora de Mercados Emergentes en Beyond Type 1.  Es mamá de un adolescente.