Marla y su esposo, Robert, ya habían estado participando en la industria de la diabetes como desarrolladores y comercializadores de productos innovadores por más de siete años, cuando sus dos hijos fueron diagnosticados en 1997 con diabetes Tipo 1; Cory a los 3 años, y Justin a la edad de 9 meses. Después de una carrera en compra al por menor, moda y marketing, Marla decidió enfocar sus esfuerzos iniciales para contribuir con la causa de la diabetes hacia la JDRF y el Hospital de Niños de Montreal, donde ayudó a establecer el primer centro pediátrico de bombas de insulina en Quebec. Ella fue presidente, presidente de la Junta, y miembro de la junta en el pasado de la fundación Just For Kids (sólo para niños) por más de 20 años. Más recientemente, Marla ha estado proporcionando asesoría al equipo de producción del documental The Human Trial (el ensayo en humanos).