México vs. COVID-19. Rebasados por una Pandemia.
Desabastecimiento en tiempos de pandemia
Como es bien sabido, estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos que veíamos lejanos y sólo en las películas de ficción o de terror. Pues bueno, ese terror ya nos alcanzó y lo estamos viviendo en estos momentos con la pandemia causada por el SarsCov2 o mejor conocido como COVID-19.
Rebasados por una pandemia
Desgraciadamente nos hemos dado cuenta de que nadie, ni siquiera los países del primer mundo, estábamos preparados para semejante pandemia, y es que, hemos visto con horror, como todos los sistemas de salud pública y privada, están siendo rebasados. El número de contagios a nivel mundial se cuenta por cientos de miles y las camas de hospital son pocas en comparación con los contagiados, y, ante este panorama era de esperarse que hubiera desabasto de insumos médicos y de medicamentos, especialmente en algunos países como el mío, México.
Abastecimiento vs Compras de pánico
En mi país, desgraciadamente, hubo compras de pánico en la población, y no sólo de insumos de primera necesidad como los alimentos, agua, jabón, papel higiénico, guantes de látex, cubrebocas, y demás cosas; sino también en lo que concierne a medicamentos e insumos para diferentes enfermedades crónicas. En muchos países incluyendo el mío se ha visto un alarmante desabasto de medicamentos para el manejo de los distintos tipos de diabetes. Y es que, en medio de una crisis sanitaria como la que se está viviendo, era de esperarse que gran parte de los recursos se destinaran a combatir el COVID-19 y relegar a otras enfermedades.
En segundo término
Si bien es cierto que las personas que vivimos con diabetes somos personas de riesgo para contraer otras enfermedades, también es cierto que nosotros nos hemos visto duramente afectados por los recortes en el presupuesto, dejando así desprotegidos y en segundo término a los pacientes con diabetes.
En México, algunas instituciones de salud pública como el IMSS y el ISSSTE, dieron la orden de recetar para tres meses el tratamiento para las personas que tengan alguna enfermedad crónica, esto para evitar que salgan mes con mes a sus consultas y corran menor riesgo de contagio.
Pero la triste realidad es otra pues, ante la emergencia sanitaria, el desabasto de medicamentos comienza a verse y a sentirse entre sus derechohabientes. En el INSABI (antes seguro popular) la situación es parecida, aunque se diferencia de los otros dos porque ahí, “por cuestiones administrativas” NO pueden prescribir medicamentos más que para un mes. Desde el mes de marzo no hay ya insulina de ningún tipo y tampoco cuentan con la mayoría de medicamentos orales para la diabetes tipo 2.
A pesar de que sabemos que no hay un problema en cuanto a la fabricación de insumos la realidad es que en las farmacias también comienza a sentirse este desabasto. En las pocas farmacias donde encontramos insulina comienzan a venderlas a precios muy caros, casi imposibles de pagar para las personas que, por la contingencia que vivimos, no pueden ir a trabajar y no pueden comprar sus medicamentos si no le son otorgados por el servicio de salud.
Comprendiendo la contradicción
Y, a algunos esto nos parece tremendamente contradictorio con los mensajes de nuestras autoridades pues instruyen a la población de alto riesgo (personas con diabetes y otros) a que no salgan y que mantengan sus niveles de glucosa en sangre en niveles en rangos adecuados para que, si llegaran a contraer COVID-19 se pueda sobrevivir a la enfermedad con el menor de los daños posible. Pero a veces pareciera que son ellos mismos quienes entorpecen el buen control de la diabetes pues, se está viendo el desabasto de medicamentos como las insulinas y los medicamentos orales para mantener en control a la diabetes.
Es un tema muy delicado de tratar pues, se le está dando prioridad a luchar contra una enfermedad contra la que no existe ninguna cura ni ningún tipo de vacuna. Y mientras se lucha contra esa pandemia, se dejan de surtir los insumos básicos para el personal sanitario como son los cubrebocas, las mascarillas, los guantes y los trajes especiales para mantener el riesgo de contagio bajo dentro de los profesionales de la salud.
Condiciones crónicas en tiempos de pandemia
Es entonces cuando vemos las dificultades y penurias de vivir con una condición crónica en tiempos de pandemia pues, sin tener un sistema de salud lo suficientemente sólido para aguantar estos embates, es muy probable que el número de complicaciones en personas con diabetes, aumente considerablemente en los meses siguientes al no tener los insumos necesarios para poder manejar nuestra condición. Algunos son afortunados y tienen seguros médicos de gastos mayores, o las aseguradoras en sus países les cubren los medicamentos, pero la realidad es que son un porcentaje muy bajo de personas que tienen la posibilidad de contar con ese tipo de seguros.
Mantenernos unidos
La situación es alarmante en muchos países y tal parece que seguirá así por un par de meses cuando menos, lo único que podemos hacer, es mantenernos unidos, ayudarnos unos a otros con una donación de medicamento a quien realmente lo necesite. Si tenemos (como es mi caso) una reserva de insumos para varios meses, podemos ayudar a personas que van viviendo día a día y están sobreviviendo como pueden, con una caja de pastillas o una pluma de insulina. Sé que eso puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte y también sé, que si nos apoyamos los unos a los otros, esta contingencia la vamos a pasar de manera un poco menos trágica.
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