Lo mejor para mí: mi derecho a la salud


 2019-09-10

En los últimos dos años me he visto rodeado de médicos que desconocen de la importancia de la educación en diabetes no solo para nosotros que vivimos con la condición sino para los mismos profesionales de la salud. Por diversas circunstancias me han realizado un par de cirugías y en el hospital en que me las realizaron, varios médicos desconocían temas básicos sobre la diabetes. Con sorpresa, noté que algunos profesionales de la salud no conocían los nombres de los medicamentos que uso al grado de preguntarme para qué se usan y cuáles podrían ser sus efectos secundarios. Estoy seguro de que te imaginas mi preocupación. 

Este es un tema muy complejo ya que, a mi pesar, noto que algunos médicos no tienen interés en actualizarse y siguen ofreciendo consulta a personas que viven con esta condición. Es entonces, en momentos como este en los que hago lo que creo es lo mejor para mí y me convierto en mi propio vocero. 

“Este es el mejor tratamiento para usted”- ¿Lo es realmente?  

Es muy difícil llegar a tu consulta y que una “experta” en el tema te cambie el tratamiento sin conocer tu expediente sólo porque, cito su argumento: “es lo mejor para usted”. 

Es extremadamente complicado que un doctor te regrese al antiguo tratamiento y que seas enviado a recibir atención a otro centro de salud. En mi país, México, es extremadamente complicado llegar con los resultados de laboratorio con 6.7 mmol/L120 mg/dL de glucosa en sangre, con una A1c de 6.1% y un tiempo en rango del 92% que los vea el médico y te diga que cree que usar 43 unidades de insulina glargina te convierte automáticamente en un paciente descontrolado, que te van a amputar las piernas, que te vas a quedar ciego, que te vas a quedar sin riñones y que te vas a morir de las complicaciones de la diabetes por usar esas 43 unidades de insulina. 

Insisto, estoy seguro de que comprendes y entiendes mis argumentos.

Es frustrante llegar a la consulta, mostrarle tus registros al médico y que te responda que las hipoglucemias son cifras menores a 2.5 mmol/L45 mg/dL cuando en realidad no es ese el valor correcto. Hablamos de hipoglucemia cuando hay cifras menores a 3.9 mmol/L70 mg/dL y un nivel menor a 3.0 mmol/L54 mg/dL ya es considerado una hipoglucemia severa. En ese momento te quedas sin habla, te sientes indefenso porque se supone que vas con una persona que está “preparada” y que “estudió” muchos años la carrera de medicina, hizo su servicio, sus prácticas, su internado y salió de la escuela sabiendo lo elemental del tema o en teoría sabiendo mucho más que tú. Es impactante  darte cuenta de que en realidad sabes igual o más que algunos de los profesionales que llegarán a atenderte. 

Convertirte en tu propio vocero

A final de cuentas, debo convertirme en mi propio vocero. Si te encuentras en una situación similar, necesitarás convertirte en tu propio defensor y vocero también. Aquí te platico cuales estrategias sigo. Espero que las encuentres útiles.

  1. No temas quejarte. Sí, mete tus quejas y observaciones en los buzones que se encuentran en sus clínicas, centros de salud u hospitales. Creéme cuando te digo que esto tendrá buenos resultados. No estamos haciendo nada malo, sólo estamos ejerciendo nuestro derecho a una buena atención médica. 
  2. Pide cambio de médico. Tienes el derecho de ser atendido por un médico que tenga interés en comprenderte como persona y no solo preste atención a tu enfermedad. Si no conocen la información básica sobre diabetes deberán referirte con otro especialista.
  3. Pide segundas opiniones. En los derechos de los pacientes está escrito que tenemos derecho a una segunda, tercera y cuarta opinión si es necesario. No te sientas mal, a final de cuentas es nuestra salud la que está en juego y estamos ejerciendo nuestro derecho a una segunda opinión.
  4. Pregunta. Pregunten todas las dudas que tengas a tu médico. Hacerlo también es nuestro derecho de saber de manera clara y precisa lo que tienes que hacer y lo que están haciendo ellos para tratar nuestra condición. Dice el dicho que es preferible ser tonto una vez que idiota toda la vida.
  5. Crea equipo con tu médico. Si ya por fin encontraste al médico que sí sabe y que te ha aclarado todas tus dudas. Hazle saber tus inquietudes, da tu punto de vista sobre el tratamiento, al final de cuentas, uno es el que sabe cómo reacciona nuestro cuerpo y tenemos derecho a tomar decisiones sobre este.

Estos serían mis consejos para que, en caso de que te encuentres en una situación desfavorable en cuanto al médico y la atención que te provee  (ojalá que nunca les pase) no te veas sorprendidos y puedas tomar mejores decisiones.

ESCRITO POR Adrián Márquez, PUBLICADO 09/10/19, UPDATED 09/15/22

Mi nombre es Adrián Márquez, tengo 44 años de edad, el próximo 20 de septiembre es mi 8º diaversario. Actualmente estudio el diplomado de Facilitador en Educación en Diabetes impartido por la Federación Mexicana de Diabetes A.C. Mis redes sociales: facebook: amarquez.75 Twitter: @admag75 Instagram: @admag75