Cómo dejar de sentirme culpable por vivir con diabetes tipo 2


 2019-02-19

Rachel es autor de Yoga for Diabetes (Yoga para Diabetes) y colaboradora de la Red de Beyond Type 1. Ella trabaja en crear conciencia sobre los beneficios de practicar yoga para quienes viven con diabetes. Aprende más sobre Rachel y su trabajo visitando su blog  www.yogafordiabetesblog.com.  Compartimos contigo su historia y cómo ha lidiado con la pena y vergüenza tras su diagnóstico de diabetes. 


No creo que me haya sentido nunca tan avergonzada como el día de mi diagnóstico de diabetes. Mi médico me lanzó algunos folletos cuando iba de camino a su oficina y dijo que tendría que encontrar una manera de solucionarlo por mi cuenta. Aunque no hablamos de mis sentimientos ni de ninguna de las ramificaciones de la vida con diabetes, pronto aprendí que también tendría que asumir la carga de ajustarme a la diabetes por mi cuenta.

Recuerdo que traté de averiguar dónde me equivoqué antes de mi diagnóstico. A pesar de que quería enterrarme en el suelo, esconderme no iba a arreglar mi situación. Mi deseo de ser vulnerable y compartir abiertamente esta nueva experiencia fueron los primeros pasos para enfrentar la diabetes en mi vida. Pero primero tuve que desempacar la vergüenza de mi diagnóstico y creer que mi experiencia ayudaría a aquellos que viven con diabetes Tipo 2.

Hay estigmas que rodean la diabetes tipo 2. Esto lo puede reforzar cualquier persona y cualquier cosa, como profesionales médicos, amigos, familiares e incluso nosotros mismos. La información errónea sobre la diabetes tipo 2 puede contribuir a la creencia de que solo se diagnostica a personas obesas y que tienen una dieta deficiente. Sin embargo, no es culpa de nadie si la tienen.

Nunca pensé en la vergüenza como un músculo que podemos moldear hasta que leí “Los regalos de la imperfección” de Brene Brown . Como investigadora de la vergüenza, comparte sus propias experiencias que tuvo con ella y cómo desarrolló la “resistencia a la vergüenza”.

Parte de vivir con diabetes es aprender cómo se manifiesta la vergüenza a nivel personal. ¿Quieres huir y esconderte e ignorar la condición médica? ¿Estás esperando despertar un día y que se desaparezca la diabetes?, o te preguntas, “¿por qué yo?”. ¿Has seguido los consejos de tu proveedor de atención médica para controlar tus niveles de azúcar en la sangre pero no has abordado los aspectos emocionales de vivir con diabetes?

Cuando sentimos vergüenza, nos enfrentamos a más de una emoción. La vergüenza engendra temor a lo que podría pasar debido a un azúcar en la sangre fuera de control. Estimula la culpa y nos hace pensar que nos hicimos esto a nosotros mismos. La vergüenza también lleva a la negación: creemos que nuestros médicos se equivocaron con nuestro diagnóstico y que en realidad no estamos experimentando síntomas relacionados con la diabetes Tipo 2.

La vergüenza es una emoción muy complicada, porque puede sembrar perfeccionismo al tratar de arreglarnos y golpearnos cuando creemos que hemos fallado en el control de la diabetes. A veces, esperamos lo imposible de nosotros mismos. Hay muchas cosas que podemos perfeccionar, pero la función del páncreas no es una de ellas. En lugar de intentar cumplir con estándares imposibles, establece objetivos realistas y manejables. Recuerda que solo puedes hacer lo mejor que puedes y eso es suficiente.

Los pasos para eliminar la vergüenza por vivir con diabetes

Reconocer cómo vemos la diabetes Tipo 2 es el primer paso para descubrir nuestra vulnerabilidad y temores sobre manejarla. El segundo paso es practicar el autocuidado cuando nos sentimos abrumados. Piensa en ti mismo como si fueras un niño herido. ¿Qué sería lo primero que harías para que se sintiera mejor? ¿Le darías un cálido abrazo? ¿Le proporcionarías algunas palabras de aliento y le asegurarías que todo estará bien? Hacer cosas que sean buenas para tu bienestar mental y emocional puede ayudarte a llegar a aceptar tu diagnóstico de diabetes. Este es el comienzo del desarrollo de una relación positiva contigo mismo, el control de la diabetes y el comienzo de vivir una vida empoderada y feliz.

En tercer lugar, aprende a pedir ayuda a los demás. Después de que el impacto inicial del diagnóstico se desvanezca, busca a alguien con quien hablar al respecto. Ya sea que hayas cambiado tu dieta, hayas comenzado a tomar medicamentos o hayas comenzado un nuevo régimen de ejercicios, no subestimes el poder del apoyo de personas afines. Unirte a reuniones en persona, grupos de Facebook en línea, seguir a otras personas que viven con diabetes Tipo 2 en Instagram o formar parte de la comunidad de Beyond Type 2 te proporcionará el sistema de apoyo necesario para manejar los altibajos de la diabetes. Conocer a otras personas que viven con diabetes Tipo 2 es una oportunidad para inspirarte en sus historias. La historia de diagnóstico de todos es única, así como las formas en que manejamos nuestra salud. Tener una persona de confianza con quien hablar puede levantar la carga y hacerla menos desalentadora. 

Finalmente, edúcate de la mejor manera posible acerca de la diabetes Tipo 2. Aprender sobre esto te permitirá tomar decisiones que te brindarán beneficios a largo plazo. En lugar de centrarte en la posibilidad de sufrir complicaciones por la diabetes, concéntrate en lo que puedes hacer ahora mismo para ayudar a tu cuerpo y prosperar. ¿Puedes ser más activo físicamente para arrancar tu sensibilidad a la insulina? ¿Puedes aprender más sobre el efecto de los alimentos en el azúcar en la sangre y la salud en general? ¿Puedes educarte sobre el aspecto mental y emocional de vivir con diabetes? Sé creativo y expresa tu relación con la diabetes a través de blogs, podcasts, vlogs y redes sociales.

Un diagnóstico de diabetes Tipo 2 no es algo que alguien quiera, pero es posible vivir una vida plena teniéndola, sin tener que pedir disculpas. Toma medidas viables para alcanzar tus objetivos de control de la diabetes. Debes estar dispuesto a hacer lo que sea necesario y recuerda: ¡puedes hacerlo! ¡Puedes vivir más allá de la diabetes Tipo 2!

ESCRITO POR Rachel Zinman , PUBLICADO 02/19/19, UPDATED 09/27/22

Rachel fue diagnosticada con diabetes en 2008. Al principio, los médicos no estaban seguros de si era de Tipo 1 o 2, ya que tampoco era una candidata común. Le tomó casi seis años para que le dieran el diagnóstico correcto. Ahora, ella sabe que tiene diabetes Tipo 1 LADA. Comenzó a practicar el yoga en el bachillerato a los 17 años y a la edad de 19 años, ya estaba enganchada. Cuando comenzó a practicar el yoga, lo hizo para que le ayudara en su carrera de baile, pero a medida que su práctica avanzaba, se apasionó por los aspectos más profundos del yoga y su capacidad para curar e inspirar. 32 años después, todavía lo practica con pasión y lo ha enseñado a nivel nacional (en Australia) e internacionalmente desde 1992. También es madre, música, autora publicada de "Yoga para la diabetes", "Cómo manejar tu salud con yoga y Ayurveda" disponible en Amazon y es cineasta amateur. A lo largo de su diagnóstico, trabajó con los diversos aspectos del yoga para intentar curarse a sí misma. Cuando finalmente se inyectó insulina, se dio cuenta de que gracias a sus años de práctica de yoga pudo conservar las células beta restantes. Ahora que está usando insulina, usa las posturas, la respiración y las prácticas de meditación para mantener la calma ante la inestabilidad de esta enfermedad tan retadora. Está absolutamente segura de que el yoga es para todos y su misión es compartir lo que aprendió con la comunidad de diabetes, así como concientizar sobre la diabetes Tipo 1 y Tipo 2 entre los maestros de yoga, tanto locales como australianos y mundiales. www.yogafordiabetesblog.com