¿Vivir con prediabetes significa que desarrollaré diabetes tipo 2?
Vivir con prediabetes significa, de acuerdo con la Clínica Mayo, que se tiene un nivel de glucosa sanguínea más alto de lo normal, pero no lo suficientemente elevado como para ser considerado diabetes tipo 2.
Ser diagnosticado con prediabetes es una llamada de atención y una oportunidad para mejorar los hábitos que tenemos y elegir opciones más saludables. La prediabetes puede aceptarse como una señal que nos indica que algo de lo que estamos haciendo no es del todo sano ni bueno para nuestro cuerpo por lo que valdría la pena hacer un análisis sobre la forma en que comemos, el ejercicio o la falta de este en nuestro día e incluso la forma en la que manejamos el estrés.
¿Llegaré a desarrollar diabetes?
Esta es quizá una de las preguntas más frecuentes de quien ha sido diagnosticado con prediabetes y la respuesta es: depende.
Dependerá de si se toman acciones y se modifican los hábitos relacionados con la alimentación y con actividad física, así como si modificamos conductas e implementamos estrategias para el manejo del estrés.
Si a pesar del diagnóstico de prediabetes continuamos consumiendo alimentos ricos en azúcares y grasas, seguimos teniendo un estilo de vida sedentario y no tomamos acciones para el manejo del estrés lo más probable es que lleguemos a desarrollar diabetes tipo 2.
¿Cómo es que la prediabetes lleva a la diabetes tipo 2?
Existen dos mecanismos que pueden verse afectados cuando se vive con prediabetes.
El primero es cuando las células no responden de forma adecuada a la acción de la insulina dificultando la entrada de la glucosa a las mismas. A este mecanismo lo conocemos como “resistencia a la insulina” y lo que ocasiona es que el organismo trabaje “de más” para producir un poco más de insulina con la finalidad de cubrir los requerimientos de nuestro cuerpo.
El segundo mecanismo se presenta cuando el páncreas (órgano que produce insulina) no es capaz de producir la cantidad adecuada de insulina que el cuerpo necesita para que la glucosa entre a la célula.
Estos mecanismos pueden ocurrir al mismo tiempo o puede presentarse uno solo. Ambos mecanismos tienen impacto en el desarrollo de la diabetes pero pueden ser acelerados si no se toman acciones sobre los hábitos anteriormente mencionados.
¿De qué forma los hábitos afectan en el proceso de utilización y producción de insulina?
Alimentación: Un alto consumo de alimentos ricos en carbohidratos (principalmente aquellos que provienen de azúcares) ocasiona una mayor producción de insulina para evitar que la glucosa en sangre se eleve. A largo plazo esto disminuye la capacidad del páncreas para producir insulina. Los alimentos ricos en grasas además de fomentar el sobrepeso y la obesidad tienen relación con la resistencia a la insulina que impide que esta pueda ser empleada por las células de forma eficiente.
Ejercicio: El ejercicio además de ayudar a la perdida de peso y con esto reducir la resistencia a la insulina contribuye a la producción de masa muscular que es de suma importancia en la prevención de la diabetes ya que en el músculo se encuentran receptores de insulina que mejoran su utilización por parte de las células.
Estrés: El manejo del estrés aunque muchas veces no es tan considerado en relación con prediabetes o diabetes tiene efecto en la producción de insulina ya que cuando se tienen estrés sobretodo de manera constante (si, ese estrés al que ya nos acostumbramos y que ya ni se siente) se está produciendo algunas hormonas que bloquean la acción de la insulina ocasionando una mayor producción de insulina ocasionando a largo plazo la consecuente disminución en su producción.
Como puedes ver, todo está en tus manos. El tener prediabetes es una oportunidad para cambiar los hábitos que tienes a otros más saludables y así mejorar tu calidad de vida disminuyendo el riesgo de desarrollar diabetes.
Fuentes de consulta
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