Diagnosticada a los 12 Años con Diabetes Tipo 2: Mi Diabetes “Híbrida”
Me diagnosticaron diabetes Tipo 2 a la edad de 12 años. Antes de que me diagnosticaran, tenía los síntomas típicos de la diabetes. Perdí mucho peso, siempre me sentía sedienta y tuve que usar mucho el baño por las noches. Mi madre, que fue diagnosticada con diabetes cinco años antes de que yo naciera, revisó mi azúcar en sangre una mañana para encontrarse con una cifra superior a los 22.2 mmol/L400 mg / dL. Tras mi diagnóstico, me enseñaron a usar un medidor y aprendí a inyectarme insulina en el consultorio del médico. También fui referida con una nutricionista para aprender a leer las etiquetas de los alimentos. Los médicos siempre dudaban si realmente tenía diabetes Tipo 2 por la edad a la que había sido diagnosticada.
Los médicos me dijeron que la diabetes Tipo 2 era una enfermedad manejable y que si me cuidaba, viviría una vida normal. Pero siempre tuve problemas para controlar mi diabetes solo con dieta y ejercicio. Nada de mi dieta funcionaba. Comía de pronto una comida típica mexicana con arroz, frijoles y tortillas y esto definitivamente no era apto para el manejo de mi diabetes. En cuanto al ejercicio, siempre fui activa. En la escuela secundaria, jugaba fútbol y ahora levanto pesas en el gimnasio y practico ciclismo con regularidad.
Diagnosticada con “diabetes híbrida”
Estaba confundida y desanimada con mi plan de tratamiento porque a pesar de que estaba haciendo todo lo que me habían indicado, no podía controlar mis niveles de glucosa en sangre. Hace unos cinco meses, visité a un nuevo endocrinólogo que me dijo que tengo una diabetes “híbrida” y que tendré que tomar insulina por el resto de mi vida. Aunque creo que lo más probable es que tenga diabetes autoinmune latente en adultos (LADA), mi médico no me lo ha diagnosticado formalmente aún.
Ahora, uso una bomba de insulina y sigo una dieta cetogénica. También llevo un medidor continuo de glucosa (MCG) que está conectado a mi bomba de insulina 670 g. Todavía me pincho los dedos para medir mis niveles de glucosa en sangre y para poder calibrar el MCG, y cuando siento la necesidad de hacerlo. Al hacer ambas cosas, he logrado reducir mi A1C de 11.5 a 6.5 en tres meses.
Este nuevo diagnóstico ha cambiado mi vida y mi relación con la diabetes. Ya no siento que tengo que decidir qué tipo de persona con diabetes soy. Me considero una “persona con diabetes 1.5” porque definitivamente puedo relacionarme con personas que tienen diabetes Tipo 1 o Tipo 2. Siempre ha sido complicado vivir en ambos mundos y estoy segura de que seguirá siendo un desafío, pero ahora me siento confiada al decir que soy un “híbrido”.
Cómo involucro a mis hijos en mi cuidado de la diabetes
Mi familia siempre ha tratado de ayudar tanto como les es posible. Mi esposo y mis hijos siempre están pendientes sobre todo de lo que como. Me evito muchos problemas y sigo un plan de alimentación sencillo con keto, creo que es una manera fácil de manejar mi dieta. Siempre me aseguro de hacer las comidas que mis hijos también disfrutarán porque la mayoría del tiempo, comen lo que yo como.
Cuando se trata de aprender sobre diabetes y vivir con una madre que la tiene, mis hijos siempre me han visto pincharme los dedos e inyectarme insulina. Cuando recibí una bomba de insulina, tenían mucha curiosidad al respecto y tuve que explicarles qué era. Estaban felices de que ya no tuviera que pincharme los dedos con frecuencia. Además, algo importante para mí como mamá con diabetes era enseñar a mis hijos qué hacer si hay una emergencia de diabetes y es posible que necesiten ayudar a salvar mi vida.
Lo que todos necesitan saber sobre vivir con diabetes
Creo que hay cosas acerca de vivir con diabetes que algunos no entienden. Creo que la gente piensa que vivir con diabetes es fácil porque nosotros, no “nos vemos” enfermos, de hecho, podría parecer que tenemos un excelente estado de salud. ¿En relación a los niños pequeños que son diagnosticados con diabetes Tipo 2? No tienes que ser viejo para ser diagnosticado. Soy la prueba viviente de que eso puede suceder.
También creo que las personas no siempre son conscientes de que las enfermedades mentales son una lucha en las personas con diabetes. Esta enfermedad puede tener un fuerte impacto a nivel emocional y mi consejo para cualquiera que mis compañeros con diabetes es que nunca se rinda. Claro, la diabetes a veces hace lo que quiere, incluso si estás haciendo todo bien. Intenta cuidarte de la mejor manera posible, incluso cuando pienses en darte por vencido. Además, nunca te avergüences de medir tu glucosa en sangre o de inyectarte insulina en público. La diabetes es parte de ti. Aprende a amar y abrazar esta nueva parte de tu vida porque tu supervivencia depende de ello.