Bajar de peso con diabetes tipo 2: “No puedes odiarte a ti mismo hasta lograr el bienestar”.


 2022-03-04

Cuando a Mary Van Doorn le diagnosticaron diabetes tipo 2 a los 21 años después de un examen físico de rutina, y no se tomó el diagnóstico muy en serio.

“No hice ningún esfuerzo por cambiar mi vida en ese momento”, recuerda Mary. Más de 20 años después, ahora es asesora de diabetes y bienestar en Sugar Mama Strong Fitness & Wellness y fundadora del grupo en Facebook para mujeres Sugar Mama Strong Support Group.

“Te sientes invencible cuando eres joven”, dice Mary sobre su diagnóstico siendo joven. “Y en realidad no me sentía enferma, por lo que me entró por un oído y me salió por el otro”.

Hay un fuerte componente genético para la diabetes tipo 2 en ambos lados de la familia de Mary.

“Como familia, no hablábamos de la diabetes. Mi madre siempre estaba a dieta y mi padre, que era muy delgado, comía lo que quería”, dice Mary. “He estado teniendo problemas con mi peso desde mi adolescencia. Siempre fui la más grande de mis amigos. Usaba ropa de talla 14 o 16 en la escuela secundaria”.

Los hábitos de alimentación emocional y atracones también comenzaron en su adolescencia.

“Si no hubiera sido muy activa en la escuela secundaria, habría subido hasta 300 libras con la cantidad de atracones que tenía”, dice Mary. “Empecé a hacer dieta cuando tenía alrededor de 15 años, durante la era de las dietas sin grasas. Recuerdo haber comido solo cereal Special K y Lender’s Bagels con queso crema sin grasa. Perdí 15 o 20 libras, bajé a una talla 10 o 12, que era pequeña para mí. Pero, por supuesto, con el tiempo recuperé el peso”.

Enfrentando mi diagnóstico a la edad de 25 años

Con el tiempo, comenzó a tomar varios tipos de medicamentos para la diabetes. Mary dice que rara vez se medía el nivel de glucosa (azúcar) en sangre y tomaba sus medicamentos de manera inconsistente. No fue hasta que quiso tener un bebé que decidió tomar en serio su diagnóstico.

“En mi primer embarazo, me enteré a las 16 semanas de que el cerebro del bebé no se había formado correctamente. Desafortunadamente, perdimos al bebé”.

En preparación para otro embarazo, Mary dice que le pidió a su equipo de atención médica comenzar a usar insulina para manejar sus niveles de glucosa en lugar de medicamentos para la diabetes que no son insulina, en una iniciativa por reducir el riesgo de complicaciones.

“Sabía que la vida de este niño dependía de mis acciones”, recuerda Mary. “Por lo que estaba my dispuesta a hacer lo que fuera necesario. Me pinchaba el dedo 5 veces al día, escribía mis cifras y llevaba el diario de seguimiento a mis citas. Fui sincera con mi equipo de atención médica, hablé con ellos”.

Mary también usó insulina para manejar su diabetes durante su segundo embarazo. Continuó con insulina hasta que su segundo hijo dejó de amamantar y luego volvió a tomar otros medicamentos para la diabetes que no son insulina.

Hacer ejercicio y perder peso: ¿Por qué mi A1c aún es del 11%?

“Para cuando mi segundo hijo tenía cinco años, estaba dando clases de fitness seis veces por semana, corriendo medios maratones y había perdido 100 libras”, explica Mary. “Pero tuve una cita con el médico muy aterradora en la que el médico dijo que mi A1c era del 11 por ciento”.

A pesar de su agotador e intenso programa de ejercicios, Mary dice que todavía comía comida chatarra en exceso con regularidad, tomaba sus medicamentos de manera inconsistente y nunca medía su nivel de glucosa (azúcar) en sangre.

Cuando era miembro de Weight Watchers, Mary recuerda usar su abundancia de puntos extra ganados por medio del ejercicio en comida chatarra.

“Weight Watchers no me decía que gastara esos puntos en donas de Krispy Kreme”.

“Mi médico estaba tan preocupado por mi salud en general que me dijo que tenía miedo de que pudiera tener un ataque al corazón… Me sorprendió mucho”, recuerda Mary. “Solo me enfocaba en mi apariencia, no en mi bienestar general real”.

Si bien sabe que la diabetes tipo 2 es una enfermedad gradual, y la producción de insulina disminuye gradualmente con el tiempo para muchos, Mary dice que se esfuerza por no castigarse a sí misma por los años que pasó en negación.

“No puedo rebobinar los años de negación por los que pasé y no hice nada”, dice. “Pero no quiero morir a una edad temprana”.

Enfrentando el hábito de los atracones y la alimentación emocional

“Tenía que encontrar mi por qué”, dice Mary. “¿Por qué es importante para mí perder peso y bajar mi A1c?”

Siendo una perfeccionista autoproclamada en casi todos los demás aspectos de su vida, ese nivel de disciplina aguda nunca ha funcionado bien en el enfoque del bienestar. En cambio, tuvo que enfrentar sus mayores obstáculos y encontrar su verdadera motivación. Afortunadamente, estas dos claves para su bienestar a largo plazo están estrechamente relacionadas.

“¿Mi por qué? ¿Mi verdadera motivación? No quiero que mis hijos piensen que elegí la comida antes que a ellos”, dice Mary.

“Nunca quiero que mis hijos piensen que elegí comer otra bandeja de brownies, matándome lentamente con la comida, en lugar de elegir ser más saludable para poder estar allí para ellos. Nunca quisiera que mis hijos sintieran que pude haber hecho más, que podría haberme esforzado más para estar en su vida por más tiempo”.

Después de décadas de atracones y de usar la comida para hacer frente al estrés, Mary se enfrentó a este hábito por primera vez.

“Tenía que llegar al fondo de mis propias mentiras”, dice. “Ese fue un punto de inflexión para mí”.

Mary dice que finalmente aprendió a enfrentar los sentimientos, el estrés o el impulso que sentía y que la llevaba a los atracones frecuentes.

“Nadie quiere hacerlo. Preferimos probar todas las dietas del mundo y pagar todas las membresías de gimnasio que hablar de por qué comemos en exceso”, dice Mary.

Aprender a permitirte tener esos sentimientos, sentirlos de verdad, y luego dejarlos ir es fundamental. Mary dice que tuvo que aprender que puede tener sentimientos sin dejar que definan todo su día o su carácter.

“Porque la comida no va a arreglar lo que estás sintiendo. Puedes tratar de enterrar esos sentimientos con comida, pero luego sabes que te sentirás fatal, tu nivel de glucosa (azúcar) en sangre estará por encima de 400 mg/dl, luego te sentirás culpable y, después de toda esa comida, no te sentirás mejor”.

Ese impulso de comer tampoco desaparece necesariamente, incluso después de años de aprender a no ceder a él.

“Todavía no lo he superado por completo”, dice Mary. “Pienso en ello cada día. Siento esa necesidad de darme un atracón todos los días. Empecé a pensar en pedir un gran desayuno en Burger King después de dejar a mi hija en la escuela una mañana. Pero luego mi esposo se unió a nosotros para el viaje, entonces supe que de ninguna manera estaría tentada a hacerlo si él iba en el auto”.

Mary dice que hay un momento de una fracción de segundo en el que tienes ese primer pensamiento de atracones cuando tienes la oportunidad de preguntarte: “Está bien, ¿qué estoy sintiendo en este momento que me hace querer comer? ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué necesito realmente?”

Sigue adelante…

Hoy, Mary se levanta a las 5 a. m. para asegurarse de hacer su dosis diaria de ejercicio, durante la parte del día en la que sabe que nadie necesitará nada de ella. Para ayudar a hacer cumplir sus propios objetivos de ejercicio, Mary se reúne con un grupo de clientes de asesoría actuales y anteriores todas las mañanas en Zoom.

“No hacemos el entrenamiento real juntos, pero todos nos conectamos en línea al mismo tiempo para responsabilizarnos mutuamente. Si alguien llega aunque sea unos minutos tarde, le enviamos un mensaje de texto para ver si viene”, dice Mary.

Personalmente, se ha reconciliado con el hecho de que, a pesar de todo el trabajo que ha hecho para perder peso y mejorar su nutrición, su cuerpo aún necesita medicamentos para la diabetes que la ayuden a mantener niveles saludables de glucosa (azúcar) en sangre.

“Dejar de tomar los medicamentos para la diabetes tipo 2 es un objetivo muy común, pero sabemos que esta es una enfermedad progresiva, por lo que quizás no sea posible para todos. Eso es aceptable”, dice Mary. “He hecho todas las cosas que deben ayudarme a dejar mis medicamentos, y todavía los necesito”.

“En realidad, recientemente comencé a administrarme una pequeña dosis de insulina de acción prolongada porque, de la nada, mis niveles de glucosa (azúcar) en sangre comenzaron a aumentar durante la noche. Nada en mi dieta, mi peso ni mi rutina de ejercicios ha cambiado. Eso está bien”.

Por medio de su asesoría de bienestar, Mary ayuda a sus clientes a aprender a crear una relación con los alimentos que realmente puedan mantener durante años. No tiene que ser perfecta, debes incluir golosinas que no son perfectas para evitar sentir que te estás privando, y todo proviene de querer tratarte bien.

“No puedes odiarte a ti mismo hasta lograr el bienestar”, dice Mary. “Tienes que amarte a ti mismo para lograrlo”.

“Castigarte con una dieta extrema o demasiado restrictiva, o pasar horas en el gimnasio porque estás enojado con tu estado de salud, nunca producirá mejoras a largo plazo. Toma decisiones positivas porque quieres ser amable contigo mismo y porque vales la pena el esfuerzo”.

Y no lo olvides, todo comienza con averiguar por qué tus objetivos de salud son importantes para ti.

“Recientemente, mi hijo me dio una nota que decía: ‘Sigue adelante’”, dice Mary. “Por eso me levanto a las 5 de la mañana. Me está viendo cambiar mi vida”.


El contenido educativo relacionado con la pérdida de peso y elA1c es posible gracias al apoyo de Lilly Diabetes. ​El control editorial recae únicamente en Beyond Type 2.

 

ESCRITO POR Ginger Vieira, PUBLICADO 03/04/22, UPDATED 02/28/23

Ginger Vieira es la gerente principal de contenido en Beyond Type 1. Es una autora y escritora que vive con diabetes tipo 1, enfermedad celíaca, fibromialgia e hipotiroidismo. Es autora de una variedad de libros, incluyendo "When I Go Low" (Cuando tengo un nivel bajo) (para niños), "Pregnancy with type 1 Diabetes" (El embarazo con diabetes tipo 1) y "Dealing with Diabetes Burnout" (Lidiando con el síndrome de burnout por la diabetes). Antes de unirse a Beyond Type 1, Ginger pasó 15 años redactando para Diabetes Mine, Healthline, T1D Exchange, Diabetes Strong y más. En su tiempo libre le gusta saltar la cuerda, andar en monopatín con sus hijas o caminar con su chico guapo y su perro.